En una entrevista con El País, el antropólogo Roger Bartra afirma del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador:
1.- “Hay un intento de regresar al viejo nacionalismo revolucionario, autoritario y extremadamente corrupto.”
2.- “El populismo no es una ideología política, tampoco es una estrategia política determinada. Es un fenómeno de cultura política. Implica un liderazgo personalista fuerte, carismático, autoritario, un personaje que asume que representa los intereses del pueblo. En eso, el caso de López Obrador es completamente clásico, parece sacado de un manual de teoría política. Es un populista reaccionario.”
3.- “Lo que sí hay son fuertes movimientos de orientación restauradora, que se plantean restaurar el viejo régimen, y eso es algo que es claro en toda la retórica de López Obrador. Es evidente que él quiere regresar a esa situación preneoliberal, una edad de oro, de crecimiento, de bondad.”
4.- “En realidad, era un infierno de represión y autoritarismo, de miseria, de enfermedad, de violencia. Uno iba a dar a la cárcel por cualquier motivo. La restauración no es posible y se puede llegar a una situación peligrosa en la que se avecine una crisis que implique un desorden político considerable. Yo temo que las tensiones políticas lleven al presidente y a su grupo a tomar decisiones que todavía sean más desastrosas.”
5.- “La izquierda existe como una masa difusa de ciudadanos que no están organizados, que son de todas maneras una minoría. En México, la ciudadanía es básicamente de derecha y conservadora.”
6.- “Es irracional que un político se enfrente y se ponga a pelear diciendo groserías a los intelectuales más destacados de este país. La mayor parte de los intelectuales críticos hemos sido insultados por el presidente.”
1.- ¿Andrés Manuel intenta regresar a la extrema corrupción del viejo nacionalismo revolucionario? ¿En verdad, Bartra? Por otro lado, ¿acaso la extrema corrupción no se dio con el neoliberalismo?
2.- ¿Populista reaccionario? ¿Cómo cuando Cayo Julio César cruzó el Rubicón? ¿O cómo?
3.- ¿Regresar a una situación preneoliberal? ¿No será una trampa intelectual, Bartra, tu reflexión o que la “realidad” se ajuste a tu metáfora del ajolote de la jaula de la melancolía?
4.- ¿La 4T es un infierno de represión, de autoritarismo, de miseria, de enfermedad, de violencia? ¿Estás describiendo, Bartra, a la 4T o a la época neoliberal?
5.- Si en México la ciudadanía es básicamente de derecha y conservadora, ¿por qué se votó por López Obrador, quien siempre se ha dicho de izquierda?
6.- Bartra, rebajas la legítima discusión circular de Andrés Manuel (tomada de un intelectual de izquierda, Carlos Monsiváis) a la grosería y al insulto. Si tú, o Enrique Krauze, quieren discutir con López Obrador, ¿por qué no van a la mañanera? El periodista Jorge Ramos fue; Denise Dresser, también. ¿Qué se lo impide? ¿Su estatus de “intelectual”?
Desde septiembre de 2019 Roger Bartra acuñó un término para el presidente: “Estamos ante un peculiar retropopulismo”, escribió en Proceso. ¿Hay “retropopulismos” que no sean peculiares?
En la mañanera de este lunes, López Obrador responde: “Un intelectual que les decía yo que era comunista, director del periódico El Machete, Roger Bartra, y que ahora se pasó al partido conservador […] Estaba yo viendo una nota en las redes donde me califica de retropopulista. Les dejo de tarea el que me definan qué es ser retropopulista, porque si apoyar a los pobres es ser retropopulista, que me apunten en la lista”.
El País también entrevistó, en 2019, al politólogo francés Alain Rouquié:
“¿La izquierda en México llegó tarde?”
“No va tarde, va a contramano. Cuando se elige a [Jair] Bolsonaro, un presidente de extrema derecha en Brasil, se elige por fin un presidente de izquierda en México. Es una excepción en toda América Latina.”
“¿Por qué ocurre esto hasta ahora en México?”
“Se debe ante todo al problema de la violencia y también a Trump. Los dos grandes problemas que tiene México y que tiene desde hace bastante tiempo es manejar de forma aceptable la relación con Estados Unidos y tratar de reducir o de controlar la violencia. Para eso necesitaba un presidente fuerte. Ese presidente fuerte es un hombre que tiene experiencia pasada, dentro del PRI y fuera del PRI, un hombre que fue un luchador social, que por poco se eligió presidente dos veces. Visto desde afuera, los mexicanos lo votaron de una forma tan aplastante por un tema de confianza, votaron a un señor al que temían algunos años antes y por razones obvias de experiencia, de voluntad, de transparencia también. Todas las mañanas toma la iniciativa y creo que hay muchos presidentes o primeros ministros en el mundo entero a quienes les gustaría tomar la iniciativa todos los días de la política nacional como él.”
“¿Qué opina sobre las posición que toma López Obrador en contra del neoliberalismo?
“Él es posneoliberal, lo que significa que es neoliberal porque no hay otra. Ser posneoliberal es aceptar algunas cosas que no puede cambiar y cambiar las que puede. Es realismo político, es pragmatismo, es la diferencia entre la política interior y la política exterior. Adentro puede decir ‘la mafia me quitó la presidencia’, pero frente a Estados Unidos y el Tratado de Libre Comercio dice ‘ustedes lo aprueban, lo aprobamos nosotros y ya está'. La política interior y la exterior son dos cosas diferentes en ambos lados.”
“¿López Obrador también le habla a su electorado?”
“Claro. Dice que el neoliberalismo es un horror, pero Estados Unidos invierte bastante en empresas en México y exporta el 80% a Estados Unidos y eso está muy bien. Esas son las cosas que dicta la historia y la geopolítica. El margen de maniobra de un presidente en México con Estados Unidos, por lo menos desde 1848, es bastante estrecho y no hay que pensar que va a cambiar cualquiera que sea el presidente. Es un estira y afloja.”
¿Rouquié o Bartra?
Andrés Manuel, ¿“retropopulista” o “posneoliberal”?