Mon Laferte ha tenido una vida dura. No tiene estudios universitarios tampoco un papel escrito que la declare artista de canto e incluso visual, pero se ha ganado este título.
A través de una carta abierta publicada en su cuenta de Instagram, Mon Laferte responde a la polémica que generó su reciente obra en el Parque Cultural de Valparaíso, en Chile.
Y es que artistas chiles acusan favoritismo por la cantante debido a que su exposición “Te amo, Mon Laferte Visual” se extendió.
La carta de Mon Laferte donde habla de la violencia que ha vivido y su derecho a llamarse artista aunque no tenga estudios para probarlo
Mon Laferte lo reconoce. No tiene títulos, apenas llegó al octavo grado, pero su pasión es grande. Su fuerte deseo por cumplir cada uno de sus sueños pese a los obstáculos que le ha puesto la vida se mantiene.
Por lo que al enterarse de la queja de una comunidad de artistas visuales, Mon Laferte -de 41 años de edad- pregunta: ¿Cómo se gana el derecho de llamarse artista? ¿Naces, te hace, te lo compras?
“El arte es subjetivo”, dice y enseguida revela episodios de su vida que, por más duros y crudos que sean, la han formado.
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A Norma Monserrat Bustamante Laferte (nombre real de la cantante) la violaron a los 7 años de edad. Hecho que marcó su vida y que quiso borrar con el tabaco y la marihuana.
“Fui violada a los 7 años, a los 11 empecé a tomar, fumar cigarro y consumir marihuana, probé la pasta base a los 13”
Mon Laferte
Trabajó a temprana edad, entre sus 13 y 18 años tuvo que aguantar por necesidad abusos de un hombre 20 años mayor que se presentaba como su manager.
" Élse quedaba con la mitad de la plata. Durante ese tiempo canté en la calle, en bares, en las micros, en circos"
Mon Laferte
Tanta injusticia y desigualdad no la hizo quitar el dedo del renglón. Más que por aferrada por necesidad pues a los 18 años le tocó hacerse cargo de su abuela a quien un derrame cerebral la dejó postrada.
“En las noches salía a cantar y con eso compraba pañales pa ella y a veces uno que otro vestido de la ropa usada pa cantar, aprendí a hacer maravillas cosiendo a mano”
Mon Laferte
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El arte salvó a Mon Laferte
A los 18 años debutó en televisión. Su ingresó fue su salvación. Cambió el panorama de Mon Laferte, pero solo por un momento.
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Llevaba dinero a casa, pero Mon Laferte tuvo que aguantar acoso y abuso de un productor.
“Fui acosada por un productor musical, me besaron a la fuerza varias veces y me trataron de puta sin talento, me la creí y aguanté por necesidad, pero finalmente tuve el valor y me fui”
Mon Laferte
Decidida dijo adiós a Chile. Viajó a México a sus 23 años. Sobrevivió haciendo lo que mejor se le da.
Cantaba en un bar de Veracruz, pero terminó huyendo por la delincuencia y violencia que constantemente acecha al lugar.
Y esto no bastó para que renunciara a sus sueños, hoy tiene 8 discos publicados y pinta cuadros, pero aún no tiene la confianza para llamarse artista pese a que el título le cuelga en la espalda.
“Tengo 8 discos publicados, mas de mil obras como artista plástica, pero hasta el día de hoy me siento como una intrusa. Es verdad que hoy tengo un lugar privilegiado, me volví una burguesa, una nueva rica y sé que no pertenezco y nunca voy a pertenecer porque yo siempre voy a ser una flaite y ahora una flaite famosa”
Mon Laferte
Quizá los letrados tienen razón, ella no pinta cuadros, no es una artista, total, siempre le dijeron que no podía crecer y se la terminó creyendo.
“A veces pienso que todo mi arte es una mierda, y no solo dudo como artista, dudo de mí también como mamá, dudo de todo porque siempre me dijeron que no valía y yo me la creí”
Mon Laferte
Mon Laferte puede estar en la cima, pero no se la cree y esto la humaniza, mantiene en control su ego e inevitablemente la obliga a refugiarse en el arte, a crear, a salvarse a sí misma.
“Lo único que sé hacer es trabajar y amar, amar el arte como lo único que me ha salvado la vida. Y ese miedo que me dice que no soy suficiente, ese casi siempre viene empujado por el ego, y ese a mí no me la va ganar. Yo no tengo nada que perder, todo para mí ha sido ganancia porque yo le gané a la vida”
Mon Laferte
Haciendo a un lado el qué dirán, Mon Laferte lo advierte, seguirá con humildad compartiendo su arte “por respeto a su oficio”.
“No soy mejor que nadie, el arte es subjetivo dicen, pero todo lo que yo hago me sale de los ovarios, de lo más primitivo. Yo soy un animal, una tora, una yegua como Lemebel. Siéntate en el piano, destruye la métrica, grita en vez de cantar, decía la Violeta.Yo no ando queriendo ocupar el espacio de nadie, pero tampoco voy a andar disculpándome por ocupar el mío.”
Mon Laferte