México.- Los criminales se infiltraron en los grupos de Autodefensa en Michoacán, llevando a la organización civil al fracaso, consideró Hipólito Mora, exlíder de ese movimiento, creado el 24 de febrero de 2013, en contra de los grupos del crimen organizado.

“Ahora están matando por la disputa de plazas”, dijo a La Jornada, el exlíder comunitario en La Ruana, municipio de Buenavista Tomatlán.

“Desde el inicio de la lucha, la delincuencia se infiltró para proteger su negocio: el narcotráfico, por eso surgió la división, aunque el gobierno dio más protección a esos grupos por intereses personales”, abundó.

Señaló que cinco días antes de que tomaran las armas platicó con un general conocido suyo, y al comentarle sus planes, “envió tres o cuatro camionetas de soldados a La Ruana para que los ‘templarios’ se salieran y se fueran al monte, lo que aproveché para convocar la reunión en el pueblo”.

Mora comentó al corresponsal Ernesto Martínez Elorriaga que jamás tuvo más de 250 hombres, y aunque otros líderes de autodefensas presumían tener hasta 20 mil, lo cierto es que nunca superaron 3 mil en todo el estado.

Recordó sus roces con el entonces comisionado para la seguridad de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes, quien, dijo, dio más apoyo a los autodefensas delincuentes y sabía quiénes eran.

“Eso fue lo que acabó con una lucha que nosotros iniciamos. Yo mismo le dije, pero no hizo caso. “Castillo llegó a tener a su lado a personas que cuatro meses antes habían estado con 'La Tuta' y 'El Chayo'”, refirió.

Cuestionado sobre por qué lo metieron a la cárcel, Hipólito Mora respondió: “Por presión de todos los infiltrados, que eran puros delincuentes. Había mucho dinero de por medio. Presionaron muchísimo a Castillo. Para que no se molestaran y quemaran vehículos, me encarceló a mí. Se equivocó de estrategia.

“Voy a decir algo y se va a oír loco, si en lugar de Alfredo Castillo me hubieran puesto a mí, estoy seguro que yo hubiera dado soluciones. Me hubiera ido sobre todos los cabecillas y los hubiera metido al bote, a aquellos que aportan dinero para hacer frente con las armas. Y si no hay dinero los muchachos no los siguen. Se debilitan los cárteles”, remató.