Estamos en ese momento perfecto para comenzar a planear algo verdaderamente especial para celebrar el día de San Valentin en pareja o con amigos sin que el tiempo te coma y termines dando el típico regalo, pero si no tiene muchas ideas, aquí te va una imperdible.

¿Alguna vez has comido con los ojos cerrados? Suena algo raro y hasta complicado, pero no lo es para nada, y de hecho, te abre un mundo de sensaciones que quizá nunca antes imaginaste, pues estamos más que acostumbrados a comer con la vista. ¿O vas a negar que muchas veces te niegas a comer algo que ni siquiera has probado antes?

Cuando boqueas el sentido de la vista, de alguna manera te deshaces de los prejuicios y permites que el olfato, el gusto, el tacto, e incluso el oído se involucren en una sola tarea: la de adivinar qué es ese alimento delicioso que está pasando por tu boca mientras tu cerebro decide si te gusta o no.

Lo curioso es que muchas veces creemos a qué saben exactamente los alimentos que consumimos a diario, pero en este experimento comprobarás que no. No te preocupes, la cena, está preparada pensando en cada comensal; antes de acudir te preguntan si tienes alergias o restricciones por dieta, estilo de vida o salud.

Una cena en donde no todo es comer

La cena de The Blind Dinner Experience se sirve en cuatro tiempo y cada uno de ellos está acompañado de un vino distinto que, en compañía del sommelier Rodrigo Márquez-Muro aprenderás a disfrutar maridando con los alimentos… Sin pretensiones: igual lo va a disfrutar un experto en vinos que un principiante.

Si eliges esta cena para celebrar el Día del Amor y la Amistad, ten por seguro que no se tratará sólo de comer, desde el momento en que reservas ya es una experiencia pues el lugar es secreto y nunca es un restaurante convencional.

Al llegar, te colocarán un antifaz que bloquea por completo la luz y a partir de entonces, tienes que dejarte llevar y disfrutar de un viaje lleno de sabores, olores y texturas. Todo el tiempo, tú y el resto de los comensales (siempre son grupos pequeños) son acompañados por el equipo que te ayudará en lo que necesites.

Comer y beber con todos los sentidos

Una cena con causa

Algo que debes saber es que, además de comer y beber delicioso, tendrás la posibilidad de dejar un donativo a cambio del antifaz. El dinero se destina a la Escuela para Entrenamiento de Perros Guía para Ciegos IAP, institución pionera en su tipo en México.

Según explica Rodrigo Márquez-Muro, entrenar a un perro guía cuesta alrededor de medio millón de pesos ya que hay decenas de factores que determinan si un cachorrito es apto y el proceso para que se convierta en la compañía perfecta para una persona con discapacidad visual, es largo.

Tras el primer año de vida, la escuela comienza a prepara al can y una vez que está listo, se asigna al humano con el que pasará el resto de su vida. Posteriormente, el binomio recibe entrenamiento conjunto y todos los gastos corren a cargo de la fundación.

¿Cómo funciona?

La cosa es sencilla, para reservar, tienes que estar al pendiente de las fechas de próximas cenas que se publican en la página de Cena a Ciegas (ya están abiertas las del 13, 14 y 15 de febrero); desde ahí puedes registrarte y recibirás toda la información necesaria para el pago ($997 por persona)

Una vez hecho el pago, te enviarán un cuestionario sobre alergias y restricciones alimenticias (vegano,vegetariano, diabético, kosher, celiaco, etc.), y finalmente, te dirán en dónde cita. Cada fecha recibe máximo 20 personas así que apúrate.

¡ATENCIÓN! También existe la opción de hacer el evento privado.