Desde inicios del Siglo XXI se ha hablado de la crisis de natalidad en Japón, la cual parece no va a ceder en los próximos años, al grado que ya se habla de un país sin niños.

Por lo menos así lo menciona Hiroshi Yoshida, profesor del Centro de Investigación sobre Economía y Sociedad en Edad Avanzada de la Universidad de Tohoku, en Japón.

Quien realizó un estudio donde predice que el país asiático se quedará sin niños en el año 2720; es decir, antes de que llegue el siguiente milenio.

Algo que si bien parece lejano, ya preocupa a las autoridades japonesas por la crisis que esto provocaría.

En Japón se celebra este 13 de enero el Día de la Mayoría de Edad

Japón solo tendría un niño en el año 2720

De acuerdo con el análisis de Hiroshi Yoshida, Japón solo tendrá un niño menor de 14 años en el 2720, donde el grueso de la población sería mayor de edad.

Para llegar a esta conclusión, revisó el decrecimiento de la población infantil en Japón en tiempo real; encontrando una caída anual del 2.3%.

Bajo el supuesto de que este número se mantendrá, fue que realizó un modelo predictivo que arrojó el año 2720 como el punto sin retorno para la población japonesa.

Lo más alarmante del caso es que su análisis adelantó el fin de los niños en Japón en 100 años, lo que indica la crisis que se vive en el país.

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La crisis de natalidad de Japón se deriva de la falta de matrimonios

El problema de la crisis de natalidad de Japón es una consecuencia de la misma cultura japonesa moderna que salvó al país tras la Segunda Guerra Mundial.

Donde se ha visto al trabajo y la educación como lo primordial, dejando de lado cosas como el descanso, el ocio y la misma familia.

Con esto en mente, desde hace más de 20 años, hombre y mujeres japonesas no tienen como prioridad el formar una familia o siquiera relacionarse de manera afectiva con otra persona.

La población de Japón ya no se quiere casar, pues ven a la familia e hijos como un lastre para sus carreras.

A esto hay que sumar que poco a poco se está abriendo la brecha económica en dicho país, con muchas personas que actualmente no pueden mantener una familia.

En Japón se tiene una mentalidad conservadora extrema donde, una vez casados, el hombre debe de mantener a la familia, la mujer se dedica a la casa y no vuelve a trabajar en su vida.

Lo que también implica que los nacimientos fuera del matrimonio son mínimos, pues las madres y padres solteros no son socialmente aceptados.

También hay que mencionar la “discriminación silenciosa”, donde ven con agrado al extranjero que va de visita a gastar su dinero.

Pero, se ponen muchas trabas para que alguien de fuera pueda establecerse, trabajar o siquiera estudiar en Japón; viendo también con malos ojos el mestizaje.

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Con información de The Japan Times y The Independent