Un reciente estudio publicado por la revista Translational Researchcon ha demostrada que la inhalación del polvo del desierto proveniente del Sahara afecta las vías respiratorias y también se han demostrado sus consecuencias en el sistema cardiovascular.

De acuerdo a la investigación hecha en colaboración con científicos españoles, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Hospital Universitario de Canarias, indica que la contaminación en el aire vinculada al polvo del Sahara provoca serias afecciones en la salud.

En lugares próximos al norte de África, Oriente Medio e interior de Asia han sufrido episodios de contaminación atmosférica vinculados al polvo del desierto que provocan afecciones en vías respiratorias y cardiológicas en la población.

La mala calidad del aire se debe en gran medida al polvo atmosférico y aunque se ha constatado que esta inflamación en las vías respiratorias se deben a la inhalación del mismo, aún se desconoce qué mecanismos biológicos los desencadenas.

“En este estudio se ha demostrado que la inhalación del polvo desértico que flota en el aire ambiente provoca un aumento en las concentraciones de moléculas biomarcadoras de la inflación en las vías respiratorias”

Sergio Rodríguez, CSIC de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA)

El estudio indica un avance en la identificación de mecanismos fisiopatológicos que ha desencadenado esta oleada de polvo del desierto del Sahara con pacientes en Tenerife de consultas cardiológicas del Complejo Hospitalario Universitario de Canarias.

Todos los pacientes que se analizaron no presentaron antecedentes de tabaquismos, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma, anomalías pulmonares, enfermedades bronquiales o pulmonar agudas.

Los pacientes elegidos, es decir afectados de cardiopatía isquémica coronaria crónica estable, se les tomaron muestras de esputo inducido de las que se determinaron las concentraciones de dos moléculas biomarcadoras de la inflamación de las vías respiratorias: el factor de crecimiento transformante β1 [TGF-β1] y la hidroxiprolina.

Los datos obtenidos se compararon con las concentraciones de partículas respirables (PM10) y polvo sahariano en el aire resultado una correlación entre los niveles de polvo del desierto y los niveles TGF-β1e hidroxiprolina en la faringe de los pacientes; es decir que a mayor concentración de polvo en el ambiente, mayor tasa de inflamación en las vías respiratorias.

"Estos resultados son un avance en la identificación de los mecanismos fisiopatológicos mediante los que el polvo desencadena afecciones respiratorias y cardiovasculares"

Sergio Rodríguez, CSIC de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA)

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación del aire se ha convertido en un problema de salud global. La inhalación de los tóxicos que flotan en el aire ambiente provoca entre cuatro y ocho millones de muertes al año.