Los gatos siameses son de los más reconocidos por todo mundo, debido a su particular patrón de colores; con las patas, cola, orejas y cara oscuras, y el resto del cuerpo claro.
Sin embargo, estos no son los colores con los que nacen los gatos siameses; estos felinos cambian las tonalidades de su pelaje a medida que crecen.
Esto debido a una condición genética que hace que la melanina reaccione a la temperatura, lo cual provoca que tras unas semanas de nacidos, adopten las tonalidades que conocemos.
Siendo la única rama de los felinos, y de los animales domésticos en general, que hacen esto durante su desarrollo.
¿Cómo es que los gatos siameses cambian de color?
La condición genética mencionada es conocida como “gen himalayo”, el cual es provisto a los gatos siameses desde su nacimiento tanto por su mamá, como por su papá.
Cuando los gatos siameses nacen son totalmente blancos, pues su cuerpo se desarrolla en un ambiente controlado dentro del útero de su madre, a una temperatura de 38 grados.
Al momento de establecer contacto con el mundo exterior, las crías se van enfriando; siendo las patas, orejas, cola y cara lo más susceptible a la baja de temperatura.
Es ahí que el gen himalayo activa la melanina, haciendo que las partes más frías del gato se oscurezcan, mientras que las más cálidas se mantengan claras.
Este proceso dura alrededor de un mes, antes de que el gato adopte su color definitivo. No obstante, este proceso no queda desactivado; al contrario, se mantiene toda su vida.
Si el gato sufre un golpe fuerte en el cuerpo o por alguna razón pierde una parte de su pelaje, la melanina vuelve a aparecer afectando el área alterada.
Por ejemplo, si el felino es afeitado a propósito o por accidente, al recuperar el pelaje en dicha parte, este crecerá de color negro, pues la zona está fría.
Con el tiempo puede recuperar su color claro, pero en otras ocasiones los gatos siameses pueden quedar con “manchas negras”.
¿El gen himalayo de los gatos siameses también puede acarrear enfermedades?
Si bien esto resulta curioso en los gatos siameses, el gen himalayo es bastante problemático para los felinos, más allá del cambio de color.
Betsy Arnold, veterinaria de Rochester, Nueva York, en Estados Unidos, menciona que el gen himalayo de los gatos siameses puede provocar varias enfermedades.
Principalmente afectaciones oculares donde sus ojos suelen estar desalineados, lo que trae como consecuencia estrabismo, lo que hace que tengan una buena percepción de la profundidad.
También puede haber nistagmo, que es un temblor ocular, lo cual también afecta su visión e incluso podría traer una pérdida completa del equilibrio.
Por lo que recomienda a los dueños de gatos siameses estar al pendiente de la salud ocular de sus mascotas.
Con información de National Geographic