Te compartimos el ritual de Domingo de Resurrección en casa. Este es el paso a paso para hacerlo el último día de Semana Santa y atraer la energía positiva.
La Semana Santa cierra con el llamado Domingo de Resurrección, que recuerda cuando Jesús despertó al tercer día de ser crucificado.
Para aprovechar al máximo el Domingo de Resurrección, te dejamos un poderoso ritual para abrirle la puerta a la paz y armonía.

¿Qué se necesita para el ritual de Domingo de Resurrección en casa?
El ritual de Domingo de Resurrección en casa es uno de los más antiguos que se conoce y sirve para estar a salvo de energía negativas.
Para llevarlo a cabo, necesitas reunir los siguientes materiales; algunos son muy fáciles de conseguir:




- Una vela blanca
- Un vaso con agua
- Incienso o sahumerio de ruda, mirra o sándalo
- Sal marina (también puedes usar sal gruesa)
- Una oración de protección (ya sea personal o tradicional como la de San Miguel Arcángel)
Toma en cuenta que para que el ritual tenga efectividad debe hacerse únicamente durante el Domingo de Resurrección.
Esto es porque durante ese día el flujo de energía es más intenso y puro, permitiendo que se consiga la protección.

Paso a paso para hacer el ritual de Domingo de Resurrección en casa durante el último día de Semana Santa
El paso a paso que debes seguir para el ritual de domingo de Resurrección en casa es bastante sencillo.



Antes de empezarlo debes de limpiar tu hogar y después hacer esto:
- Agarra la vela blanca y enciéndela. Realiza lo mismo con el incienso.
- Ambos deberás poner en el centro de tu casa o en el lugar donde más tiempo pases
- Pon el vaso con agua junto a la vela para que absorba todas las energías malas
- Toma sal y espárcela en las esquinas de tu casa, haz énfasis en la entrada para conseguir la protección
- Di la oración de protección o intención, pidiendo protección y luz para todos los que viven contigo
- Deja que la vela se consuma en su totalidad
- Un días después, desecha el agua fuera de tu hogar
Listo, de esa manera tendrás tu casa libre de malas vibras y renovado para cerrar de la mejor manera la Semana Santa.
