Una nueva polémica ha surgido en el mundo del arte pues, tras intentar restaurar una ‘Virgen Inmaculada de Murillo’ y terminó completamente desfigurada. El caso nos hace recordar al tristemente célebre “Ecce Homo de Borja’ de 2012.

El curioso caso sucedió en Valencia, España luego de que un coleccionista de arte confiara una ‘Virgen Inmaculada de Murillo’, pintada por Bartolomé Esteban Murillo en 1678 para una supuesta mejora. El costo por dicha restauración salió en unos mil 200 euros, es decir poco más de 30 mil 262 pesos mexicanos.

'Inmaculada de Murillo'

Sin embargo, cuando el supuesto restaurador le entregó el producto finalizado no se veía como recién pintado pues según apunta el medio ABC y Europa Press, la obra fue completamente destruida pues la cara de la ‘Inmaculada de Murillo’ quedó desfigurada dando un enorme parecido a lo que sucedió en 2012 con el ‘Ecce Homo de Borja’.

Para quien no recuerde que pasó hace unos 8 años todo sucedió cuando la aficionada a la pintura y al arte Cecilia Giménez intentó restaurar la pintura ‘Ecce Homo de Borja’ de Elías García Martínez en 1930 causando una ola de memes.

Tras los reclamos del dueño de la ‘Inmaculada de Murillo’, el restaurador intentó arreglar las cosas pero, aunque pareciera imposible la obra quedó aún peor pues ya ni siquiera se reconoce quien estaba dentro de la obra de arte.

Ante la tragedia que había sufrido el mundo del arte, inmediatamente el dueño contactó a un restaurador de renombre esperando que él pueda enmendar los errores de quien arruinó por completo la pintura del siglo XVII aunque seguramente no será un trabajo fácil.

Esta noticia que se ha hecho viral con las fotografías subidas a Twitter, reavivó el tema sobre las restauraciones de obras de arte por personas que no tienen estudios ni conocimientos sobre el tema y ante la falta de legislación sobre pinturas históricas.

No obstante, la vicepresidenta de Relaciones Internas y coordinadora de la Asociación Profesional de Conservadores Restauradores de España ( ACRE), María Borja señaló que este tipo de aberraciones son más frecuentes de lo que parece pues solo son públicas aquellas que se denuncian a través de los medios y ahora de las redes sociales.