México.- Este 2020 está pasando a la historia como uno de los 3 años más calurosos jamás registrados, advirtió la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
De acuerdo con los datos del organismo, en más de siglo y medio de medición científica de las temperaturas, este en este año también se registró un aumento sin precedentes del deshielo en el Ártico.
La OMM calculó que la temperatura media mundial será en 2020 hasta 1.2 grados centígrados superior a la de los niveles preindustriales (1850-1900).
Esa cifra es similar a la de 2019 y es sólo superada por el 2016, que fue el año más caluroso de la historia, en el que el fenómeno del Niño contribuyó a un aumento de temperaturas.
La OMM señaló que la alta temperatura media en 2020 se registró a pesar de que durante este año influyó el fenómeno de la Niña, el cual suele conllevar un enfriamiento de las temperaturas.
Asimismo, este 2020 se coloca como uno de los años más calurosos en la historia pese a la pandemia del Covid-19 que tuvo entre sus consecuencias una fuerte reducción del tráfico aéreo, un sector con alta emisión de gases de efecto invernadero.
¿Qué pasa si aumenta el calor en la tierra?
Pese a que en el Acuerdo de París ratificado en 2015, la mayoría de países del mundo acordaron mantener por debajo de 2 grados el incremento de la temperatura global del planeta y hacer esfuerzos para limitarlo a 1.5, la realidad es que en algo más de 20 años se habrá superado el primero de los límites.
Si aumenta el calor en la tierra traería efectos como un alarmante aumento del nivel del mar, lo que expondría a 69 millones de personas a catástrofes como inundaciones en las zonas de costa.
Además, se advierte la pérdida de biodiversidad que padeceríamos con el aumento a 1.5 grados centígrados sería catastrófica, pero si el ascenso es a 2, el problema sería irreversible por la desaparición de especies de plantas, animales, insectos, e incluso la muerte de casi la totalidad de los arrecifes de coral.
Se advierte que con el aumento de la temperatura del planeta de 2 grados, el 13 por ciento de la superficie terrestre sufriría cambios, por ejemplo, de tundra a bosque, lo que supondría desajustes irreversibles en su flora y su fauna.
Asimismo, a mayor temperatura es mayor el impacto en el permafrost del Ártico, que se descongelaría entre un 35 por ciento y un 47 por ciento con una subida de 2 grados.
Con información de EFE y sostenibilidad.com