Un estudio reciente revelaría que el esperma de Estados Unidos es actualmente uno de los recursos más solicitados del mercado mundial: Te explicamos las razones.
Y es que, a medida que la demanda de esperma crece, son cada vez más los compradores que se inclinan por adquirir los espermatozoides de estadounidenses para procrear bebés.
La demanda ha sido tanta, que incluso el esperma de Estados Unidos supera el precio de varios tipos de caviar.
Esperma de Estados Unidos: Es uno de los recursos más solicitados del mercado mundial
La demanda de esperma, y en particular de esperma estadounidense, supera con creces la oferta entre compradores, según revela un reciente estudio en el mercado.
Según se indica, son cada vez las personas en todo el mundo que buscan comprar el “esperma premium” a pesar de las dificultades que son comunes en el mercado para lograr procrear un bebé.




En consecuencia, el esperma de Estados Unidos se ha convertido en uno de los recursos más caros del país, superando por mucho al precio de caviar de beluga que cobra hasta 3 dólares por gramo de huevas.
Dicho en dólares, el semen de primera calidad de estadounidenses vale 4 mil dólares o más por gramo, es decir, más de 81 mil pesos mexicanos por cada gramo vendido.
Estas cifras representan un aumento de diez veces el valor del esperma en el precio en la última década, convirtiéndose así en uno de los recursos más solicitados del mercado mundial.

¿Por qué es tan caro el esperma de Estados Unidos? Ahora es uno de los recursos más solicitados del mercado mundial
La escasez de donantes es una de las razones detrás de los elevados precios del esperma de Estados Unidos.
El doctor Brian Levine, especialista en fertilidad con sede en Nueva York, señaló al Financial Times que el número de donantes activos en Estados Unidos ronda apenas los 1 mil 200, una cifra baja para un país de 340 millones de habitantes.
Aunado a lo anterior, las estrictas normas de donación incluyen:
- Varios días de abstinencia
- Controles rigurosos de salud
Otra situación que también influiría, es que los hombres con altos niveles de educación y carreras exigentes disponen de poco tiempo para asistir a las clínicas.
“Estamos utilizando adictos a la televisión, porque ¿qué joven analista de Goldman Sachs o estudiante de Derecho de Harvard tiene tiempo de ir a la clínica antes de que cierre a las 5 de la tarde?“, ironizó el doctor Levine.
