En Turquía se registró un fuerte incendio en el puerto de Iskenderun, que a su vez fue afectado por el terremoto magnitud 7.8 del pasado lunes 6 de febrero.
Videos de obtenidos de un dron muestra un espeso humo negro y llamas que salen de los contenedores del puerto de Iskenderun, tras su derrumbe a causa del terremoto.
Hasta el último reporte, el incendio ha consumido cientos de contenedores en el puerto turco a consecuencia de su derrumbe por el terremoto.
Las autoridades no han indicado cuándo se reanudarían las operaciones en dicho puerto. Y es que el incendio provocó el cierre de todas las operaciones en la terminal portuaria hasta nuevo aviso.
Además, obligó a los transatlánticos a desviar los buques a otros puertos.
Ministerio de Defensa de Turquía informa que incendio en puerto de Iskenderun fue controlado
El ministerio de Defensa de Turquía informó que el incendio fue controlado gracias al trabajo conjunto de helicópteros y aviones militares luego de que no tuvieran éxito al intentar sofocar las llamas desde la costa.
Un vocero de la compañía AP Moller Maersk, líder mundial en transporte de contenedores, señaló que por el incendio registrado tras el terremoto hubo daños significativos en la infraestructura logística y de transporte en los alrededores del epicentro del terremoto, incluido el puerto de Iskenderun.
Detalló que por el siniestro estaban analizando cambiar la ruta de los barcos según fuera necesario, dado el “daño estructural severo, lo que llevó a una parada completa de todas las operaciones hasta nuevo aviso”.
Es importante mencionar que tras el terremoto de magnitud 7.8 en Turquía, en el puerto de Iskenderun se han registrado incendios en la zona de contenedores por segundo día consecutivo.
Por el terremoto que sacudió a Turquía y a Siria la madrugada del lunes 6 de febrero, ya suman más de 5 mil personas muertas y más de 24 mil heridas.
Las autoridades contabilizaron casi 5 mil inmuebles derrumbados, situación que, según dijo Adelheid Marschang de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha dejado a 23 millones de personas expuestas, incluyendo cinco millones de personas vulnerables.