Es evidente que con las vacaciones de verano, el tráfico vehicular en las carreteras de México aumenta de manera considerable. Ante la inminente salida de muchos automovilistas, muchos de ellos aprovechan la situación para realizar el mantenimiento necesario a sus vehículos.
Lo que es innegable es que, junto con el aumento notable en la demanda de servicios, se ha observado un marcado incremento en los costos asociados a los mismos. Esta tendencia ascendente en los costos no puede pasarse por alto, ya que presenta un desafío significativo para aquellos que dependen de estos servicios.
Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el costo de estos trabajos de mantenimiento ha experimentado un aumento promedio del 61 por ciento en comparación con el mismo período de 2022.
El aumento de los costos de mantenimiento
En julio de 2022, el costo promedio era de 1,355 pesos, mientras que en el mismo mes de 2023 se ha elevado a 2,206 pesos. Estos servicios engloban una amplia variedad de actividades, como el mantenimiento de la suspensión, la afinación de motores, mantenimiento preventivo y cambio de aceite y filtros, entre otros.
Este incremento en los costos de mantenimiento ha resultado en una inflación que supera casi 10 veces la tasa de aumento del Índice Nacional de Precios al Consumidor, que fue del 4.79 por ciento al cierre de julio del mismo año.
Suben los precios, baja la demanda
Además del aumento en los costos de mantenimiento, las cifras de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) muestran una disminución del 15 por ciento en las órdenes de reparación durante el primer trimestre de 2023 en comparación con el mismo período del año anterior.
Evidentemente una de las causas más importantes detrás de esta caída es el incremento en el costo promedio de las reparaciones que se han generado en los talleres de los distribuidores.