México. - El día de ayer miércoles 3 de diciembre, autoridades judiciales libraron nuevas órdenes de captura en contra del ex gobernador del estado de Puebla, Mario Marín y el empresario José Kamel Nacif, por el caso de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho, que es imputado a ambos.
Las órdenes por el delito cometido en 2005, en las cuales también fue incluido el ex subsecretario de Seguridad Pública de Puebla, Hugo Adolfo Karam Beltrán, fueron giradas originalmente en el mes de abril del año 2019, sin embargo en noviembre de este 2020, fueron canceladas.
La suspensión de las acciones en cuestión, fue concedida por el Tercer Tribunal Colegiado de Circuito en Cancún, en el estado de Quintana Roo, luego de que los 3 implicados obtuvieron un amparo.
Sin embargo luego de que se revisara de otra vez el caso, ayer jueves la magistrada del Primer Tribunal Unitario, María Elena Suárez Préstamo, determinó que se volvieran a girar las órdenes de detención.
Debido a ello, la Fiscalía General de la República (FGR) deberá de nueva cuenta, asumir la responsabilidad de dar con el paradero de Kamel Nacif, Mario Marín y Hugo Adolfo Karam.
Pese a las nuevas órdenes, los Tribunales que previamente otorgaron los amparos a los implicados, aún pueden revisar la situación y determinar si los recursos cumplen con los “parámetros prescritos en su decisión de proteger al empresario y funcionarios implicados”.
Cabe destacar que Kamel Nacif, Mario Marín y Hugo Adolfo Karam cuentan con acusaciones en su contra debido a su participación en la detención arbitraria y posterior tortura en contra de la periodista Lydia Cacho en diciembre del 2005.
Fue en dicho año cuando la comunicadora publicó el libro “Los demonios del Edén, el poder que protege a la pornografía infantil”, en el cual se informa sobre la red de protección que el entonces gobernador de Puebla brindaba a políticos y empresarios implicados en casos de pedofilia.
Tras ello, la periodista fue detenida en Cancún, por elementos de la Policía Judicial de Puebla, debido a que se le acusó de los delitos de calumnia y difamación.