Daniel Madariaga Barrilado, experto en sostenibilidad, señala que la viticultura ha adoptado la agricultura regenerativa.

Esto, transformando el cultivo de viñas en una industria de 300 mil millones de dólares.

Este enfoque, que comenzó en la década de 1980, se centra en restaurar la salud del suelo y combatir el cambio climático, destaca Daniel Madariaga Barrilado.

Sólo quedan 60 años de suelo productivo: Daniel Madariaga Barrilado

Tradicionalmente, la viticultura ha usado fertilizantes sintéticos y monocultivos, lo que degrada el suelo y aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero.

Un estudio de 2014 alertó que sólo quedan 60 años de suelo productivo, resaltando la necesidad de prácticas regenerativas.

Al respecto, Daniel Madariaga Barrilado explica que la salud del suelo es crucial, ya que proporciona nutrientes y retiene agua y carbono.

Un aumento del uno por ciento en materia orgánica del suelo puede permitir la retención de aproximadamente 68 mil litros de agua por acre, esencial en tiempos de sequía.

Daniel Madariaga Barrilado: Prácticas regenerativas son necesarias para mejorar la calidad del suelo

Las prácticas regenerativas, como cultivos de cobertura y gestión orgánica de plagas, son efectivas para mejorar la calidad del suelo y secuestrar carbono.

La colaboración entre viticultores y organizaciones como la Fundación de Viticultura Regenerativa es vital para fomentar estas prácticas.

En 2023, la Alianza Orgánica Regenerativa certificó seis millones de acres de viñedos.

En conclusión, el sector vitivinícola tiene la oportunidad de liderar hacia una agricultura sostenible mediante técnicas regenerativas, concluyó Daniel Madariaga Barrilado.