Así, soterrado, a escondidas, en lo oscurito como siempre se conduce, Javier Corral pretendió meter la trompa e influir junto con su nuevo amigocho Adán Augusto López para la elección de 56 magistrados electorales estatales.
La bancada morenista y sus aliados no lograron reunir la mayoría calificada en el pleno del Senado, en tanto que el PAN y demás partidos de oposición argumentaron que en la lista de los 56 aspirantes, había quienes no cumplían con el requisito sine qua non, como dicen los abogados, de contar con experiencia profesional.
Tal es el caso de la aspirante Adela Alicia Jiménez Carrasco, incondicional de Javier Corral, quien en el 2018, cuando era él gobernador, recibió una llamada para darle línea con el fin de remover al presidente del Poder Judicial, lo cual habla de la intromisión del ex gobernador en otro poder, pero igualmente la sumisión de la magistrada para obedecer instrucciones, con un marcado conflicto de interés.
Y de esta manera, el neo morenista y vituperado exgobernador de Chihuahua, Javier Corral, se quedó con un palmo de narices, en sus afanes ambiciosos de poder. Genio y figura, hasta la sepultura…
Ya se sabía que el nuevo morenista de pacotilla Javier Corral andaba de nuevo con sus aspiraciones mesiánicas, intentando colar a gente que aún lo sigue, como la magistrada Adela Alicia Jiménez Carrasco, en la elección de magistrados en el seno del Pleno del Senado de la República. Pero le salió el tiro por la culata.
El PAN y demás partidos de oposición, dieron un golpe maestro a Morena y sus aliados, al no lograr la mayoría calificada para que pasara la lista de 56 aspirantes a magistraturas electorales locales.
El argumento, simple y que llama a risa, pues no se explica cómo pretendían los morenistas elegir sin obstáculo a esos 56 magistrados: algunos de ellos, no cuentan siquiera con experiencia profesional, uno de los requisitos exigidos para poder ser nominados.
Y en el caso específico de Adela Alicia, se recordó su obediencia expresa a quien fue gobernador de Chihuahua, quien en el 2018 vía telefónica, le dio instrucciones para que trabajara en la remoción de quien presidía en ese entonces el Poder Judicial de Chihuahua.
Un fracaso más para el exgobernador chihuahuense Corral, el signo de su destino político…
Javier Corral ya se relamía los bigotes, imaginando a su incondicional Adela Alicia Jiménez Carrasco, electa como magistrada electoral local. Pero se le cebó… En el Pleno del Senado de la República, el PAN y demás partidos de oposición, echaron abajo la posibilidad de que Morena y sus aliados lograran la mayoría calificada para elegir a 56 nuevos magistrados electorales locales.
Respecto a Adela Alicia, en 2018 se dio a conocer una llamada entre ella y el propio Corral, entonces gobernador, quien dio instrucciones a la magistrada del Poder Judicial para tumbar al presidente de este órgano, en un claro acto de invasión de poderes y de sumisión por parte de Adela Alicia. Además, la candidata a magistrada electoral no cumplió con los mínimos requisitos, como entregar la papelería completa y la experiencia en temas electorales, de lo que evidentemente carece.
Duro golpe el que reciben así Morena y sus satélites, pero también el voraz ambicioso de Javier Corral, topándose en pared en sus pretendidas aspiraciones de controlador.