No era necesario desenmascarar tan complejamente a un sistema tecnológico como el de Pegasus para saber que las llamadas telefónicas se podían grabar, desde hace mucho tiempo, y con muy diferentes técnicas, basta recordar “El escándalo de Watergate” que publiqué en SDPNoticias el pasado 19 de enero de 2020.

Surgen muchas intrigas en base a ésta consideración...

√ En primer lugar, ¿porqué todos los espiados no evitaron hacer conversaciones telefónicas importantes, incluyendo la aportación de datos de relevancia política en las llamadas, sabiendo que podían ser grabados, con Pegasus o con cualquier tecnología existente?

√ En segundo lugar, resulta irrelevante, desde un punto de vista de responsabilidad de los que hacían llamadas telefónicas y eran grabados, que sea israelí el sistema tecnológico utilizado, y al parecer, mediáticamente, éste hecho es de lo más importante.

√ En tercer lugar, ¿porqué no se les ocurrió a todos los espiados por Pegasus utilizar otro sistema de comunicación a distancia que no fuera por telefonía fija y/o celular, como por ejemplo, el sistema de radio que tenía Nextel, que era mucho más seguro en cuanto a evitar intercepciones entre los usuarios del mismo?

√ Y en cuarto lugar, sabiendo que las llamadas telefónicas se pueden grabar, con Pegasus o con cualquier otra tecnología, incluyendo al mismo teléfono celular también, ¿no hubiera sido siempre mejor tratar los asuntos de interés político y de alto nivel en persona, directamente, y acompañados de un buen café y/o té, y galletas, y no por ninguna vía telefónica existente, y más que en esa época no había restricciones por pandemias?.

Finalmente, analizar que si todos los comunicólogos que ahora les inquieta tanto el tema Pegasus, leerían que no hace mucho tiempo, los alemanes, con su alto nivel intelectual, tuvieron que inventar una máquina que era indescifrable para comunicarse a distancia, llamada “Enigma”, para que no se enteraran sus enemigos los aliados de sus planes para dominar al Mundo, pero que de igual manera, los ingleses, descifraron, se darían cuenta, dichos comunicólogos, que realmente, Pegasus es un juego de niños; al respecto recomiendo ampliamente ver la película homónima del director Robert Harris, con la extraordinaria actuación de la actriz Kate Winslet, de preferencia, en idioma inglés de Inglaterra original, con subtítulos.

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