La semana pasada se anunció que Peter Cerdá, quien hoy es el Vicepresidente para las Américas de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), a partir del 15 de marzo, entrará en funciones como Director Ejecutivo y CEO de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), pues dicho cargo lo deja José Ricardo Botelho.
El comunicado correspondiente informa:
“En nombre de todos los miembros de ALTA, agradecemos a José Ricardo Botelho por su visión y ejecución incansable y comprometida, que permitió a nuestra organización consolidar su papel como referente regional, con una misión clara: contribuir al desarrollo sustentable en el tiempo y la sostenibilidad del transporte aéreo en América Latina y el Caribe”
Desde 2020 el carioca José Ricardo Botelho estuvo al frente de la ALTA, durante uno de los periodos más complicados para la aviación: la pandemia de Covid-19, que literalmente trajo de cabeza al mundo.
A pesar del entorno tan complejo, desde que tomó las riendas de la asociación logró varios hitos importantes, como experimentar un gran crecimiento mientras promovió una especie de agenda asertiva para la aviación en la región de Latinoamérica y el Caribe.
Quiero resaltar un punto importante: la llegada de Peter Cerdá a la ALTA será sin dejar su cargo en la IATA; esto es, tendrá doble función, a la que sin duda le imprimirá su sello personal: el compromiso de que los gobiernos volteen a ver la industria, y acepten cooperar y colaborar con el mejoramiento del transporte aéreo.
Los retos ahí están, y una de las principales preocupaciones en la región es la infraestructura aeroportuaria. Se tienen que mejorar muchas terminales aéreas en la región de Latinoamérica y el Caribe, para que además de prestar un mejor servicio, se logren cumplir las metas trazadas para hacer de la aviación un modelo más sostenible y amigable con el medio ambiente.
Otro punto importante en el que se viene trabajando -y va a continuar- es con el uso eficiente el espacio aéreo; así como en tierra tenemos carreteras que podemos ver a simple vista, en la aviación el cielo es el lienzo sobre el que se escribe, y en él existen miles de aerovías.
Pero tenemos al cambio climático pisándonos los pies, y debe existir un mejor manejo de estas “autopistas del cielo”, para evitar, por ejemplo, las terribles turbulencias en aire claro, que no se pueden ver en el radar de los aviones, y pueden causar accidentes.
Una buena gestión de estas carreteras aéreas es de vital importancia para manejar de mejor manera al tráfico aéreo, evitar zonas “problemáticas”, y cumplir con los itinerarios de vuelo, favoreciendo a los usuarios del transporte aéreo.
También habrá que estar atentos a los aumentos que de manera natural se dan dentro de la aviación, así como con la gestión del alza de impuestos, o creación de nuevos pagos.
Estaremos atentos a la manera en que llegan a acuerdos con los gobiernos de la región. La agenda es muy amplia e inaplazable; otro punto que trae de cabeza a todos es que se sigue retrasando el uso del combustible sostenible (SAF, por sus siglas en inglés).
La IATA viene trabajando el tema del SAF desde hace tiempo, y según sus últimas cifras la aviación ha contribuido en un 4% al calentamiento global; por eso importante seguir impulsando tanto la creación de SAF, como su utilización dentro de la industria aérea.
En el año 2024 se tuvo un enorme crecimiento, que incluso rompió récords de cifras prepandemia. Tan solo el año pasado los vuelos aumentaron un 10%, esto es 4% más que en 2019, lo cual nos hace voltear a ver que, por lo menos en la región de Latinoamérica y el Caribe, no se ha logrado aumentar la fabricación y la utilización del SAF.
Aerolíneas como Delta Airlines, Cathay Pacific, Iberia o las del grupo KLM-Air France han sido muy vocales en señalar que tienen el firme compromiso de que para el año 2030 cumplan, y por lo menos 10% de sus operaciones diarias, se realicen con SAF.
Como pueden ver, Peter Cerdá tendrá un doble compromiso muy importante, primero con la IATA y después con ALTA para lograr mejoras en el transporte aéreo, y sea mucho más eficiente y sostenible. Por supuesto, que mantenga un aspecto que más nos importa a quienes conocemos y amamos esta industria: que siga siendo la más segura.
No dudo del talento de Cerdá, y sé que, junto con las aerolíneas y los gobiernos de la región, logrará éxitos e importantes avances al frente de estos dos organismos tan valiosos y relevantes. ¡Felicidades!