Al día 2 de junio del presente año, los niveles del tipo de cambio se han mantenido en un nivel promedio cercano a 19.53 pesos. Si comparamos con niveles alcanzados durante la pandemia del Covid-19 (donde llegamos a niveles de hasta 26 pesos por cada dólar) podemos suponer que el peso mexicano se ha visto fortalecido por una serie de factores en días recientes; sin embargo, ¿qué tanto de esta apreciación se relaciona a las medidas implementadas por el gobierno?
A pesar de que el actual gobierno ha usado en distintas ocasiones el discurso sobre el control del comportamiento de ciertas variables económicas de interés en el país (como el precio de la gasolina durante la guerra comercial entre Rusia y Arabia Saudita, o el actual incremento de entradas de remesas en el país) no necesariamente tiene que ver con acciones o medidas suyas, si no por factores externos que no están propiamente en nuestro control. Si bien se estima que en gran medida el incremento de los niveles de remesas en el país (un incremento del 16.5% en relación al año anterior, y reflejado en un monto total de 4718 millones de dólares), así como la entrada de inversión extranjera y el incremento de las exportaciones de petróleo debido al conflicto entre Rusia y Ucrania son factores que podrían ocasionar que existiera esta apreciación del peso respecto al dólar; sin embargo, esto no significa que dichos factores se dieran por la implementación de políticas realizadas por el actual gobierno (como nos quieren hacer ver, de acuerdo a comunicados oficiales), más bien, obedecen a factores externos relacionados al comportamiento estructural de nuestro vecino del norte, o al conflicto bélico en Europa.
Inflación, remesas, tipo de cambio
En la actualidad, las medidas de política monetaria de Estados Unidos han provocado que la inflación del país se encuentre alrededor de un 8% anual, así como una tasa de interés del 0.25%. Esto significa, en términos económicos, que el invertir en instrumentos de renta fija, con una tasa de interés del 0.25%, y con una inflación del 8%, significaría perdidas en términos reales. Por otra parte, el adquirir pesos mexicanos, con una tasa de interés interbancaria diaria cercana del 6.5%, significa una mayor ganancia que la que podrían obtener en los instrumentos de renta fija de Estados Unidos (que si bien aún se tendrían perdidas, estas serían menores a las que obtendrían en instrumentos de renta fija de Estados Unidos).
Por lo tanto, muchos analistas estiman que la entrada de remesas al país, el incremento de la inversión extranjera y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, son factores importantes que han permitido que el peso mexicano se aprecie, pero solo es un reflejo del sentimiento pesimista que se vive, y no necesariamente por un sentimiento de confianza en nuestro país. Así como los flujos de capitales entraron porque las condiciones de Estados Unidos no son buenas, en cuanto la tasas “se estabilicen” es muy probable que los flujos se vayan, y regresemos a los mismos niveles del tipo de cambio.
Si bien el tipo de cambio es una variable macroeconómica importante que puede ayudarnos a conocer qué tan saludable se encuentra una economía, no hay que perder de vista que los cambios coyunturales son solo cambios momentáneos. Si no se respaldan por medidas de política que busquen cambiar estructuralmente los niveles de dicha variable, solo se regresaran a los niveles anteriores después de un tiempo, ya que los factores que provocaban que se apreciara el peso dejarían de estar presentes. Recuerden; lo que fácil viene, fácil se va.