En su campaña para reelegirse como presidente, Joe Biden está haciendo especial énfasis en la necesidad de impulsar la industria de semiconductores en Estados Unidos. Dentro de esa estrategia, recientemente anunció la inversión de 8,500 millones de dólares de apoyo federal a Intel, a partir de la Ley CHIPS y Ciencia para, entre otros, apoyar su expansión en Arizona.
Y dentro de sus planes para los chips, Biden busca incluir a México. La semana pasada, en su sitio web oficial se anunció que, “El Departamento de Estado de EE.UU. se asociará con el gobierno de México para explorar oportunidades para hacer crecer y diversificar el ecosistema global de semiconductores bajo el Fondo Internacional de Innovación y Seguridad Tecnológica (ITSI), creado por la Ley CHIPS de 2022. Esta asociación ayudará a crear una cadena de valor global de semiconductores resiliente, segura y sostenible.”
Este anuncio se enmarca dentro del fenómeno de relocalización de empresas, o nearshoring, que se viene dando a raíz del llamado “de-risking” de parte de EU hacia China y a partir de la reconformación de bloques regionales, en la reordenación internacional que se aceleró con la invasión de Rusia a Ucrania. EU busca privilegiar negocios con países aliados y amigos (allyshoring y friendshoring), donde México destaca como “socio clave” para garantizar el dinamismo de la cadena de suministro global de semiconductores, dentro del ritmo de la transformación digital que se está produciendo en todo el mundo. Se señala en el comunicado que EU busca “potenciar la expansión de la industria de semiconductores de México, en beneficio de ambas naciones”.
La fase inicial de la asociación propuesta incluye una “evaluación exhaustiva del ecosistema de semiconductores existente de México y del marco regulatorio, así como de las necesidades de la fuerza laboral y la infraestructura”.
La intención es que en este análisis participen gobiernos estatales, instituciones educativas, centros de investigación y empresas en conjunto con la Secretaría de Economía de México (SE). “Los conocimientos adquiridos a partir de la evaluación servirán como base para posibles iniciativas conjuntas futuras para fortalecer y hacer crecer este sector crítico”.
Los chips, un tema de seguridad nacional para EU
Para EU, la industria de semiconductores se ha convertido en un tema de seguridad nacional. Los chips, en especial de silicio, son indispensables en la industria automotriz, computadoras, teléfonos inteligentes, equipo médico, y en casi todos los sectores de la electrónica. Los semiconductores son la estructura de soporte fundamental que garantiza el buen funcionamiento de las aplicaciones de IA como ChatGPT.
Las principales empresas fabricantes de semiconductores se encuentran fuera de EU, en Taiwán, Corea del Sur, Japón, y les siguen EU y China. Se calcula que TSMC, la compañía de Taiwán con mayor capacidad de producción de chips, representa el 90% del mercado de los procesadores más avanzados a nivel global. Abastece el 10% del mercado chino, y en EU es el mayor proveedor de Apple, Intel, Nvidia, AMD, y Qualcomm, entre otros.
Como parte de la guerra comercial y hegemónica entre EU y China, desde 2022 la administración de Biden ha impuesto controles de exportación de semiconductores a China, principalmente los que tienen capacidad de inteligencia artificial (IA), y recientemente los robusteció. Los chips más avanzados significan modelos de IA mejores y más rápidos, y a Washington le preocupa que China pueda utilizarlos para impulsar armas autónomas, analizar datos del campo de batalla y potenciar sus ciberataques.
Por otro lado, la semana pasada China introdujo nuevas directrices destinadas a bloquear los chips de Intel y AMD en ordenadores y servidores gubernamentales. Además, busca dejar de lado el sistema operativo Windows de Microsoft y el software de bases de datos fabricado en el extranjero en favor de soluciones chinas.
El gobierno chino se ha propuesto ampliar las capacidades de fabricación del país hasta el punto de que China se vuelva autosuficiente, produciendo la cantidad necesaria de semiconductores a nivel nacional, sin necesidad de importaciones. China ha estado impulsando su industria nacional de semiconductores para reducir la dependencia de la tecnología extranjera. Se espera que China produzca hasta el 25% de los semiconductores del mundo para el año 2030.
México se vuelve entonces un actor crucial para EU, ya que con la alianza que se propone, se aumenta la capacidad productiva de chips para ambos países, frente a la expansión de China. Y se reduce la dependencia de la industria tecnológica de EU en empresas de Asia, principalmente taiwanesas.
Con la Ley de Chips y Ciencia se asignaron nuevos fondos para impulsar la fabricación nacional y la investigación de semiconductores en EU. Se creó el Fondo ITSI, que le da al Departamento de Estado, 500 millones de dólares, además de estímulos fiscales, para la producción, diseño e investigación en este sector. El objetivo es fortalecer la seguridad nacional y económica, y reforzar las cadenas de suministro de chips en la región de Norteamérica (incluyendo México), mediante la diversificación de la cadena de suministro a través de nuevos programas e iniciativas con sus aliados y socios.
Oportunidades para México
Es momento de que México entre de lleno a la era digital, a partir de las oportunidades que puedan surgir en el desarrollo de una industria de semiconductores regional.
Especialistas de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti) consideran que al menos cinco entidades en el país cuentan con las condiciones para establecer una red de empresas de alta tecnología que participen en los procesos que se necesitan para fabricar un semiconductor.
Según la Canieti, estados como Jalisco, Baja California, Sonora, Aguascalientes y Querétaro tienen un gran potencial para que las empresas fabricantes de semiconductores instalen sus operaciones, sobre todo porque hay la infraestructura, una fuerza laboral rentable y ventajas logísticas que no se tienen con los países de Asia.
Hay que recordar que en México ya operan fabricantes de semiconductores como Intel, Infineon, Skyworks y QSM Semiconductores, y otras empresas como Qualcomm han anunciado inversiones para los próximos años. Y con la alianza propuesta se amplían las oportunidades para que México se pueda convertir en productor y desarrollador, y no solo participar en ensamblaje.
Cabe aclarar que aún no se conocen los términos y la forma en que se busca que nuestro país participe en esta “colaboración estratégica”. La SE ha declarado únicamente que, “México y Estados Unidos colaborarán juntos para crear una cadena de valor global resiliente y sostenible de semiconductores y, así, fortalecer la región América del Norte. El sector de semiconductores es uno de los prioritarios en la política industrial de nuestro país.”
Aunque estamos en tiempos electorales y todos los temas están politizados, este es, sin duda, uno que debe explotarse y desarrollarse para además establecer políticas públicas que se enfoquen en el desarrollo de empresas del siglo XXI, de exportación de productos tecnológicos y de plantas de producción de nueva generación. No podemos seguir anclados en la industria tradicional de manufactura y materias primas.
Es un asunto fundamental que en la campaña presidencial de Claudia Sheinbaum se ha delineado dentro de sus propuestas económicas de polos del bienestar, y de capacitación e innovación tecnológica, en particular en el Corredor Transístmico; y lo contempla también en su plan educativo y de promoción de la ciencia. Ningún otro candidato presidencial se ha referido de forma especial a este tema.
México tiene el potencial, el capital humano y el valor agregado que se requiere para impulsar a la industria de los semiconductores. Se necesitan crear las condiciones para fortalecer la inversión, aumentar la competitividad y aprovechar la oportunidad histórica de generar un verdadero “Mexico moment”.