En 1977 Freddy Gomez entrevistó, en París, al anarquista Juan García Oliver, personaje admirable del grupo Los Solidarios, al que también pertenecieron los legendarios Buenaventura Durruti y Francisco Ascaso. La historia de Barcelona es fascinante por muchas razones, una de ellas, la lucha de los tres revolucionarios mencionados.
Hace unos 40 años me interesé en los anarquistas Durruti y Ascaso, pero no le presté la atención que merecía a García Oliver, fallecido en Guadalajara en 1980. Busqué recientemente su biografía por algunas pláticas con el periodista catalán Pere Rusiñol.
Anteayer Pere me envió el video de YouTube de un debate que sostuvo con Josep Ramon Bosch, quien colabora en elliberal.cat. Aquí se puede consultar el Diálogo entre dos Españas. Una mirada a la historia y la lucha en Cataluña. Anarquismo, nacionalismo y guerras.
En el debate Josep Ramon Bosch comentó, me parece que con inexactitud, la canción Los Solidarios: dijo que el autor, Chicho Sánchez Ferlosio, presenta a García Oliver, Durruti y Ascaso como pistoleros. No veo en la canción que a los anarquistas se les califique de esa manera. Cito parte de su letra:
Historia de tres amigos
de la luz y de libertad
si se hicieron anarquistas
no fue por casualidad
Buscados y perseguidos
por el campo y la ciudad
si acabaron en la cárcel
no fue por casualidad
Buenaventura Durruti, Ascaso y Garcia Oliver
TRES BALAS NEGRAS DE PLOMO
que apuntan al poder
Apuntar al poder significa evidentemente luchar por justicia y libertad; el autor de la canción de ninguna manera califica como pistolerismo el activismo de los tres anarquistas —por violento que haya sido tal activismo, en su contexto histórico responder con bravura al salvajismo del Estado y de la clase empresarial era éticamente admisible—.
A pesar de lo anterior, Josep Ramon Bosch es respetuoso con García Oliver, lo mismo que Pere Rusiñol. Ambos periodistas elogiaron las memorias del anarquista, que aunque pudieran tener partes embellecidas o inventadas —dijo Pere— reflejan el convulso periodo del que hablan. Los dos recomendaron la larga entrevista que Freddy Gomez le hizo al anarquista en 1977. Se puede consultar en YouTube. El fin de semana la escuché. Destacaré enseguida lo que dijo Garcia Oliver sobre la censura roja.
El anarquista habla de la acción directa —que incluye huelgas y aun acciones violentas para responder a la violencia del Estado y del poder económico, que llegan a ser sanguinarios—. Dijo el anarquista:
- Acción directa, “parte integral del sindicalismo revolucionario”.
- Va más allá de huelgas y sabotaje.
- Es “la única manera de garantizar el éxito de la clase trabajadora como clase”.
- Si la clase trabajadora no “logra su propia emancipación como clase”, se reducirá para siempre “a alguna forma de esclavitud más o menos bien pagada”.
- Ejemplo de acción directa: la censura roja de los sindicalistas de Barcelona en 1919.
- “La prensa burguesa llevaría una serie de artículos difamatorios de los sindicalistas que se estaban armando en defensa propia contra los asesinos contratados de los jefes, por lo que la CNT decidió implementar la censura roja”.
- “Los trabajadores de impresión afiliados a la CNT se aseguraron de que lo que consideraron difamatorio fuera censurado”.
- El anarquista Federico Urales, “que era prácticamente un liberal radicalizado que siempre trataba el liberalismo y el anarquismo como lo mismo”, dijo en un periódico de Madrid que la censura roja era antianarquista.
Ignoro si García Oliver se refería a un artículo del 16 de marzo de 1919 del diario madrileño El liberal, el mismo nombre del portal, elliberal.cat, en el que colabora Josep Ramon Bosch, quien en el debate con Pere Rusiñol acusó de pistoleros a Durruti, Ascaso y García Oliver. Esta es la foto del artículo — “Un hecho social nuevo. La censura roja”— publicado en El Liberal en 1919:

Cito dos de sus párrafos:
- “Ha surgido en Barcelona un hecho colectivo de gran importancia… La censura roja está funcionando con toda regularidad y eficacia. ¿Cuál debe ser nuestro criterio, cuál nuestra actitud como liberales avanzados, frente a este nuevo fenómeno social?”.
- “La nueva censura, la censura roja, ha sido aceptada… La prensa está virtualmente muerta”.
Juan Garcia Oliver hablaba de la clase trabajadora. Usaré en adelante un sinónimo que se entiende mejor en México: gente pobre. El número de personas en situación de pobreza en nuestro país es prácticamente igual al de la población total de la actual España. Y ello a pesar de que en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador salieron de la pobreza casi 10 millones de mexicanos y mexicanas. Con Claudia Sheinbaum dejarán la pobreza al menos otros 10 millones de seres humanos.
En Cataluña, en 1919, la censura roja se justificaba porque la prensa de la época calumniaba a la gente pobre, que se organizó para protegerse —acción directa del anarcosindicalismo—.
La libertad de expresión no debería limitarse, pero ¿si solo la disfrutan los poderosos para aplastar a las personas pobres? Estas en Barcelona tenían derecho a defenderse, y lo hicieron: el Sindicato de Artes Graficas censuró las mentiras patronales que llegaban a las redacciones de los diarios.
En México la prensa ha mentido demasiado acerca del movimiento de izquierda desde que llegó al poder en 2018. AMLO se defendió con una medida equivalente a la censura roja, pero sin exigir a ningún editor cortar una sola palabra ofensiva o calumniosa. Lo que hizo Andrés Manuel fue exhibir a mentirosos y mentirosas. Claudia Sheinbaum continúa con la misma política.
Columnistas de diarios, comentaristas de radio y TV y bots de redes sociales han diseñado y encontrado financiamiento para campañas brutales contra López Obrador y Sheinbaum, a quienes acusan de censurar, presionar al periodismo, acosar a quienes ejercen este oficio y, el colmo, sostienen que en México hay campos de exterminio como los nazis. Mienten. Andrés Manuel y Claudia solo representan a millones de pobres que no tienen manera de defender de los ataques de la prensa irresponsable al único proyecto político que les ha tendido la mano.
A la inmoral prensa mexicana —que pretende con calumnias recuperar el dinero que recibía de los gobiernos del PRI y del PAN— no la censuran los sindicatos ni el gobierno ni nadie: sí la desprecian, y por lo tanto la silencian, millones de personas que habitan allá, muy abajo en la estructura social.