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México captó, en el primer semestre de este año, 27.511,6 millones de dólares en Inversión Extranjera Directa (IED), impulsada sobre todo por algunas operaciones extraordinarias.
Dichas cifras representaron un alza de 49.2% interanual de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía. La balanza de pagos del Banco de México, por su parte, indica que en los primeros seis meses de 2022 los inversionistas foráneos vendieron posiciones por 41 mil 647 millones de pesos en bonos gubernamentales mexicanos.
Algunos analistas comparan erróneamente la IED con la compra y venta de instrumentos de bonos de deuda mexicanos por parte de inversionistas foráneos, sin embargo, estos conceptos son muy diferentes y no tienen los mismos efectos en la economía.
La Inversión Extranjera Directa es aquella inversión que tiene como propósito crear un interés duradero y con fines económicos o empresariales a largo plazo, por parte de un inversionista extranjero en el país receptor.
Este tipo de inversión es un importante catalizador para el desarrollo, ya que tiene el potencial de; generar empleo, incrementar el ahorro y la captación de divisas, estimular la competencia, incentivar la transferencia de nuevas tecnologías e impulsar las exportaciones, todo ello incidiendo positivamente en el ambiente productivo y competitivo de un país.
La compra y venta de títulos de bonos de deuda mexicano por parte de inversionistas extranjeros responde a movimientos especulativos que buscan un mayor rendimiento en los mercados financieros internacionales.
En México, el Gobierno Federal emite y coloca actualmente cuatro instrumentos distintos en el mercado de deuda local. Éstos son los cetes, los bonos, los bondes y los udibonos.
A su vez, el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) coloca los llamados Bonos de Protección al Ahorro (BPAS), mismos que, si bien son emitidos por el referido Instituto, cuentan con una garantía de crédito del Gobierno Federal;
Todos estos instrumentos pueden ser adquiridos y vendidos por inversionistas extranjeros. La compra de estos títulos por capitalistas foráneos es temporal y siempre están emigrando en buscando mercados en el mundo que no solo les ofrezcan una mayor rentabilidad sino más seguridad.
El Gobierno de México y de cualquier otra parte del mundo emite bonos de deuda para recaudar dinero; cuando un inversionista compra un bono, está prestando dinero al gobierno que emitió el bono y, a cambio, el gobierno que emitió el bono acuerda devolver el dinero y los intereses en plazos que pueden ser hasta de 30 años.
Es una forma de financiamiento distinta a pedir un crédito directo a una institución financiero.
La salida de capitales presiona al alza la tasa de interés de los valores gubernamentales, lo que implica que el gobierno tiene que pagar una mayor prima por riesgo para invertir en México.
Esto también tiene como consecuencia que el gobierno cada vez le cueste más financiarse.
A pesar del aumento en las tasas de interés y de que en algunos casos los premios en México están 6 veces por encima de los bonos de Estados Unidos, los extranjeros se deshicieron por sexto mes consecutivo de valores o papel del gobierno mexicano.
Los inversionistas foráneos vendieron en los primeros seis meses de este año 41 mil 647 millones de pesos en bonos gubernamentales mexicanos. Dicha cifra, de acuerdo con datos del Banco de México.
Equivale a una tercera parte de los 134 mil 260 millones de pesos siendo en el primer semestre de 2021 habían liquidado inversionistas de otras naciones y a una séptima parte de los 323 mil millones de pesos de igual lapso de 2020. La venta de bonos gubernamentales mexicanos por inversionistas extranjeros se ha moderado.
La desaceleración en la salida de capitales en México está asociada a varios factores entre los que destacan, el incremento en las tasas de referencia, menor incertidumbre en torno a la pandemia y, con la pérdida del grado de inversión de los bonos de deuda de Rusia, los portafolios se recomponen y aumenta el porcentaje en el resto de los países.
México captó 27,511.6 millones de dólares de IED (productiva) en el primer semestre de 2022, un alza de 49.2% interanual, informó la Secretaría de Economía este lunes.
Entre enero-junio de 2022, se llevaron a cabo movimientos de Inversión Extranjera Directa extraordinarios, relativos a la fusión de Televisa con Univisión y la reestructura de Aeroméxico, que en conjunto representan 6,875.0 millones de dólares de IED.
Sin contemplar estos movimientos de ambas empresas, en el primer semestre de 2022 la IED es 12.0% superior al monto preliminar captado en el mismo periodo de 2021.
La IED en México seguirá creciendo por la ubicación geográfica del país, el T-MEC y la necesidad que la región de Norte América, no dependa en su cadena de suministros de Asia.
La Inversión Extranjera Directa es muy diferente a que los capitales foráneos adquieran instrumentos de deuda de México y el comparar estos dos conceptos es como comparar peras con manzanas.
Varios analistas como Valeria Moy han hecho comparaciones de la IED y la compra y venta de títulos de deuda mexicana no por desconocimiento sino por un afán de no concederle ningún éxito al Gobierno de la Cuarta Trasformación que tiene logros en inversión productiva y no especulativa por parte de capitales del exterior.