En la fiesta morenista del pasado domingo se pudieron observar dos cosas, la primera que se cumplió con el respaldo ciudadano (con acarreados también) a la presidenta y la segunda, quedó evidenciada la ruptura de la élite que controla Morena y lo incómodos que están los duros lopezobradoristas con las decisiones la jefa del ejecutivo.

¿Desaire o distracción?

Como se hace en estos eventos, en la primera fila frente al templete se asignaron a los principales liderazgos de Morena y ahí sin más, todos le dieron la espalda.

Sheinbaum recorrió la primera fila para saludar a los invitados, sin embargo, en un acto deliberado, Andrés López Beltrán, Ricardo Monreal, Manuel Velasco, Luisa María Alcalde, Adán Augusto López y Alejandro Esquer ignoraron la llegada de la mandataria y literalmente le dieron la espalda.

Para que no quedara duda y todos nos diéramos cuenta del desaire, lo confirmaron al mandar sus disculpas a través de sus cuentas X.

Con sus disculpas más bien expusieron la magnitud de sus diferencias. El gobierno de la presidenta Sheinbaum sin excentricidades, envío a 29 de los peores delincuentes a Estados Unidos, cuando AMLO nunca quiso hacerlo. Cambió los abrazos y no balazos por una estrategia efectiva con la que en menos de seis meses ha decomisado más droga, detenido a más criminales y destruido más laboratorios de fentanilo que AMLO en todo su sexenio.

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Otra diferencia – y seguramente, preocupación de los duros- es lo relativo a los narcos enviados a Estados Unidos, como Caro Quintero, que puso a Manuel Bartlett a temblar, o el Mayo Zambada y otros que estarán “cantando” cómo se financiaron las campañas de AMLO y las de Sinaloa y Tamaulipas, o sobre la relación en Guerrero entre el ‘Clan Salgado’ y los narcos, lo mismo con Ricardo Monreal y su clan en Zacatecas.

La presión aumenta

La presión de Trump por que se le entreguen narco políticos no baja, al contrario. Del propio gobierno de Estados Unidos trascendió que están muy cerca de agarrar a los gobernadores de Sinaloa, Rubén Rocha, de Sonora, Alfonso Durazo y de Tamaulipas, Américo Villarreal y también están en la cuerda floja, el secretario de educación y ex líder de Morena, Mario Delgado y los legisladores Ricardo Monreal y Adán Augusto López.

Además, dejaron ver que sobrevolaron “La Chingada” y que congresistas pidieron a Trump investigar el financiamiento y participación del gobierno chino en el Tren Maya.

El control de Sheinbaum

De forma estratégica, Sheinbaum va recuperando poco a poco los controles de la economía (a punto de entrar en una heredada recesión) al tiempo que el empresariado ha ido estableciendo una relación adecuada a las necesidades de inversión que requiere México, y bajo las cuales negocia con Trump, ya sin favoritismo a la oligarquía ni a las empresas del clan de los hijos de AMLO.

Acciones como quitar a la tesorera de la federación, la ex esposa de Pablo Gómez, que de tesorería no sabía nada, y el cambio de titular en la Secretaría de Hacienda con el relevo del incondicional de AMLO, Rogelio Ramírez de la O, son muestra de lo que está ocurriendo.

Pero la respuesta de los duros de Morena ha sido vulgar y virulenta, decidieron retar el poder de la presidenta con las modificaciones que hicieron a la iniciativa en contra del nepotismo, donde hasta las negociaciones que realizó Monreal con la oposición reflejaron el control que tiene sobre ellos AMLO para conseguir que su dinastía mantenga el poder a través de Andrés, el orgullo de su nepotismo.

Por otro lado, están las negociaciones de las leyes secundarias en energía, el poder judicial y otras del plan de AMLO con las que pretenden dejar sin fuerza a Claudia y al país en vilo.

Félix Salgado

Sí estas señales no fueran suficientes, viene lo peor. Félix Salgado lanzó un mensaje que seguramente en Palacio Nacional se entiende, si Claudia continua con decomisos, aprehensiones y extradiciones, están dispuestos a incendiar el país.

El pasado 4 de marzo, cuando Sheinbaum estaba reunida con los gobernadores para analizar la respuesta a Trump, el clan Salgado incendió la ciudad de Chilpancingo y a la misma hora organizaron una marcha multitudinaria y violenta movida por el grupo criminal de ‘Los Ardillos’ y la gobernadora Evelyn Salgado tuvo que abandonar la reunión para personalmente, atender a los manifestantes.

Lo peor del cinismo, fue que el subsecretario de desarrollo político de Guerrero, Francisco Rodríguez Cisneros, quien se asume como operador político de la gobernadora, se reunió con los manifestantes en Palacio de Gobierno y hasta cafecito y galletitas les ofreció, justo después de los destrozos que hicieron.

Está claro, los duros del lopezobradorismo están dispuestos a incendiar el país sin importar las consecuencias. ¿Será que lo logren sin oposición y con una presidenta que tiene que tomar el poder ya?

X: @diaz_manuel