Según ha sido informado, el narco traficante Ovidio Guzmán López ha aceptado declarar su culpabilidad ante las acusaciones presentadas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos frente al juzgado federal sito en Chicago.
Se debe recordar que en el sistema penal estadounidense las declaraciones de personas encausadas o testigos son considerados pruebas testimoniales, lo que supone, en el marco de de sus leyes, evidencias de valor en el momento de la declaratoria de culpabilidad o inocencia de un individuo.
Así sucedió en el caso de Genaro García Luna en Nueva York. Si bien la fiscalía estadounidense no presentó evidencia física, tal como vídeos, grabaciones o transacciones bancarias, el juez, a partir de los “dichos” de testigos protegidos, determinó la culpabilidad del exfuncionario.
Según ha trascendido, Ovidio habría alcanzado un acuerdo con el gobierno estadounidense para colaborar en la investigación y reunión de pruebas que condujesen a la creación de expedientes penales contra funcionarios mexicanos involucrados con el cártel de Sinaloa y otras organizaciones delincuenciales.
Si bien todo está aún sujeto a especulación que Oviedo confiese o decida mantenerse en silencio, la declaratoria de culpabilidad se inscribe en la evidente prioridad del gobierno de Donald Trump de combatir el narcotráfico y de poner en evidencia las complicidades del gobierno mexicano.
Conviene recordar que el gobierno de Estados Unidos, en el decreto mismo de imposición de aranceles a México, aseveró que el gobierno mexicano ofrecía “espacios seguros” a los cárteles de la droga, y que mantenía una “alianza intolerable” con los carteles de la droga. De igual manera, el asunto de Ovidio recuerda la revocación de visas impuestas a los gobernardores Marina del Pilar Ávila y Américo Villareal, y las gigantescas sospechas que involucran a personajes como Rubén Rocha Moya.
En todo caso lo que suceda en el caso de Ovidio Guzmán tendrá repercusiones nacionales de importante envergadura. Por un lado, sentará un nuevo precedente, como lo hizo en su momento el expediente su padre y del propio Genaro García Luna, y a la vez, podría representar la base material para que el Departamento de Justicia anuncie nuevos procesos contra exfuncionarios del gobierno mexicano, incluidos, quizás, ex presidentes de este pais. Veremos.