“La nueva etapa de la Cuarta Transformación tiene rostro de mujer y significa seguir construyendo el futuro para las nuevas generaciones con la esperanza y el esfuerzo colectivo en el presente. México será una potencia económica y de bienestar”.
Claudia Sheinbaum
Ayer domingo se vivió en México una jornada democrática emblemática donde la candidata de la coalición de Morena, Claudia Sheinbaum, se registró formalmente como candidata presidencial ante el INE, la máxima autoridad electoral del país.
Es la primera en inscribirse en el INE para el proceso electoral que se llevará a cabo el 2 de junio. Y en el evento pronunció un discurso con un sello propio que, quizás por primera vez, desenmascaró su marca personal, sin desconocer el legado del presidente López Obrador, y exhibió los valores y principios que la inspiran para aspirar a ocupar la presidencia de la República.
La inscripción de Claudia representa un hito que marca el inicio de una nueva etapa en el país.
Claudia destacó en su discurso ayer, con visible emoción, que venía a “celebrar, con alegría que estamos dejando atrás el México machista”, y que sabe lo que ella representa para “millones de mujeres, en México y en el mundo y por ello seguiremos avanzando en la igualdad plena de las niñas, las jóvenes, las adultas y las adultas mayores”.
Recordó lo que una mujer en los altos de Chiapas le dijo: “eres el sueño no cumplido de nuestras abuelas. Eso me llena de responsabilidad y de un enorme orgullo”.
Sheinbaum presentó una especie de ideario de nación en el que, se denota, plasmó las reflexiones y sentimientos que recogió de su contacto con la gente en sus recorridos por todo el país, y que emitió con tono de voz claro, sensible y a la vez contundente.
En ese sentido, se presentó como una líder incluyente al señalar que, para cumplir con el objetivo de seguir levantando “el ánimo nacional y el orgullo de ser mexicanos y mexicanas”, “hoy extendemos nuestra mano y convocamos a todos los sectores, clases sociales, profesionistas, religiones, libres pensadores, empresarios, trabajadores, trabajadoras del hogar, a todas y todos los mexicanos de buena voluntad, a emprender este camino juntos y juntas, con diálogo, para seguir por el camino trazado por la historia que ya no tiene marcha atrás”.
Como en todo discurso político, Claudia imprimió el carácter ideológico de su proyecto. Ayer presentó “los principios generales del gobierno” que encabezaría a partir del 1 de octubre de 2024, que develaron lo que entiende por “segundo piso de la transformación”. Aclaró que el 1 de marzo presentará los puntos específicos de su programa de gobierno.
A continuación, resumo los 15 principios que mencionó Sheinbaum en los que destaca su preocupación por mejorar la seguridad pública, además de seguir promoviendo el Estado de Bienestar y los derechos sociales que este conlleva, para construir “un país con prosperidad compartida, respetuoso de los derechos humanos y de la naturaleza, un ejemplo de desarrollo con justicia y democracia plenas”.
Claudia declaró que tiene el compromiso de:
1.- Hacer un gobierno honesto, sin influyentismo, sin corrupción, ni impunidad.
2.- Mantener la obligada división, entre el poder económico y el poder político. No someterse a ningún poder económico, político o extranjero. Siempre defender y trabajar por el interés supremo del pueblo de México y de la Nación.
3.- Hacer un gobierno austero que mantenga la disciplina financiera y fiscal. No habrá gasolinazos, ni aumento a las tarifas de luz.
4.- Garantizar las libertades: de expresión, de reunión, de concentración y movilización y nunca usar la fuerza del Estado, para reprimir al pueblo.
5. - Respetar y hacer respetar la diversidad política, social, cultural y sexual.
6. Garantizar la igualdad sustantiva de las mujeres y nuestro derecho, a una vida libre de violencias.
7.- Dedicar el presupuesto público para garantizar los planes de justicia para los pueblos indígenas, los programas sociales que serán constitucionales, la educación pública gratuita, el acceso a la salud pública y los medicamentos gratuitos, el acceso a la vivienda, el salario y las pensiones dignas.
8.- Promover el desarrollo científico y tecnológico y la innovación pública y privada.
9.- Promover los derechos culturales.
10.- Consolidar los proyectos estratégicos, como el Tren Maya y el Interoceánico y seguir dedicando recursos y esfuerzos para caminos rurales artesanales, carreteras, puertos, trenes y transporte público que potencien el desarrollo sustentable con justicia.
11.- Promover la soberanía energética, la fortaleza de Pemex y CFE y dar énfasis a las energías renovables, que garanticen los compromisos de México ante al cambio climático.
12.- Impulsar la restauración y protección del medio ambiente y los recursos naturales, para garantizar la vida y el desarrollo de las presentes y futuras generaciones, así como el derecho humano al agua.
13.- Promover la soberanía alimentaria y no permitir la siembra del maíz transgénico.
14.- Promover y facilitar la inversión privada nacional y extranjera, que fomente el bienestar social, desarrollo regional, garantizando honestidad, cero corrupción y respeto al medio ambiente; y
15.- Profundizar la estrategia de seguridad y los logros alcanzados.
En este último punto de la seguridad, hizo hincapié en los resultados que obtuvo como jefa de Gobierno de la CDMX y mencionó que “la estrategia que promoveremos será la de atender las causas y seguir avanzando en la cero impunidad, con inteligencia e investigación. No se trata de mano dura, de guerras o de autoritarismos, sino sencillamente de justicia”, para lo que, dijo, convocará “al fiscal General de la República a que participe en las reuniones del Gabinete, para fortalecer la coordinación para la seguridad y la procuración de justicia”, junto con las policías y fiscalías estatales.
Por otra parte, fue particularmente crítica al referirse a la oposición, al señalar “la falsedad e hipocresía de aquellos que hablan o marchan por la democracia, cuando en su momento, promovieron fraudes electorales o nunca vieron la compra de votos, o se les olvidó respetar a los pueblos indígenas, promoviendo la discriminación y el clasismo”.
En el cierre de su discurso Claudia fue especialmente enfática en que ella defenderá el orgullo nacional porque “lo que más valora nuestro pueblo, nuestros paisanos del otro lado de la frontera, es la recuperación y el rescate de la dignidad de nuestra gran Nación que ha llevado a cabo el presidente Andrés Manuel López Obrador y eso, eso, lo vamos a seguir impulsando, para que no vuelva la traición, el gobierno de unos cuantos y el sometimiento a intereses ajenos a la República.”
En momentos se quebró su voz, al comprometerse a no fallarle al pueblo de México: “Hoy con sinceridad les digo que amo a mi patria y amo a mi pueblo y vamos a seguir haciendo política con amor y no con odio. Amo la vida digna que estamos dibujando juntos y juntas, y no voy a traicionar, estaré a la altura de las circunstancias. No solo no les voy a defraudar, sino que vamos a seguir haciendo de México el mejor país del mundo.”
El discurso de Claudia y cada uno de los principios que señaló serán seguramente objeto de cuestionamientos, pero lo que queda ya inscrito en la historia de México, es que ayer Claudia Sheinbaum fue la primera en registrarse en el INE con posibilidades reales para convertirse el próximo 2 de junio, en la primera mujer que ocupe la presidencia de la República.