El Karate Kid es una película de allá por el principio de los ochentas. Trata de un muchacho que llega de New Jersey a California y entra a una escuela pública pero de niños fifís. La lucha de muchacho contra alguien que sí tiene los recursos y la inclusión de éste en la sociedad californiana fue uno de los temas de la película. También el salir con la niña bonita de “harto” dinero siendo él una persona de no tantos ingresos viviendo solamente con la madre y sin una figura paterna real.

No me quiero meter mucho en la filosofía de la película pero esta serie de filmes hicieron que muchos de nosotros entráramos a entrenar alguna arte marcial. Lo que mis amigos y yo entrenamos no fue específicamente Karate sino Tae Kwon do pero como le dije esto es otra historia.

Siendo fan de las películas y de la ahora serie Cobra Kai vi una película de Ralph Macchio, el mismísimo Karate Kid, diciendo que él no era cinta negra. Bueno, alguna cinta será, pues dijo que él era como una cinta crema, refiriéndose a que el Karate Kid no era más que cinta blanca y que lo que hacía en la película solo era algo actuado. Así como los bailarines en una obra de teatro, Macchio solo hacía la coreografía de saber Karate. ¿Decepcionado? Un poco, pues los actores ahora entrenan un poco sobre lo que actúan. Al parecer a Macchio le interesó poco el arte marcial aun y cuando su vida a girado alrededor de eso.

Justo así me parecen los políticos chapulineros. Sí, esos que aparentan hacer cosas y que solo dicen y no hacen. Los que hacen una coreografía de ser políticos sin realmente serlo. Los funcionarios que gritan y dicen de cosas y al final no logran ningún resultado. ¿Cuántos así ha visto? Yo en la mente tengo a varios de los que sigo esperando resultados y nada.

No pongo a todos en la misma “liga” porque cada uno tiene sus cosas pero solo verlos dan un buen norte de lo que quieren y de lo que no han logrado.

En la mente tengo a la senadora Lilly Téllez que se unió al proyecto del presidente para utilizarlo de escalón para llegar al senado y después negar al partido que la puso donde esta. “Bloqueamos”, “No dejamos”, “Nos opusimos” son las frases que le he oído decir pero sin llegar a proponer. Entiendo que no dejar que el gobierno de la 4T logre algo es un logro suficiente para la oposición pero en ese tenor no han propuesto nada que realmente contraponga a las cosas que han bloqueado. Es más fácil destruir y detener que construir y lo vemos en la mayoría de los opositores del Senado. Aparentan hacer algo cuando en realidad solo hacen como que hacen.

Otro funcionario que me viene a la mente es el ahora gobernador del Nuevo León, Samuel García. Cuando fue senador no logró lo que prometio lograr cuando ganó la elección. Chapulinea hacia la gubernatura del estado y la ha tenido difícil. La sequía y los casos de inseguridad que rondan a Nuevo León son heridas que dejaran una cicatriz difícil de ocultar. Como Macchio con el karate, García parece que quiere hacer algo y no llega a hacerlo. La promesa de un estadio nuevo para su equipo de futbol favorito ha quedado atrás con la construcción del nuevo acueducto de la presa el Cuchillo. Las obras institucionales se han quedado cortas. A pesar que el presidente del partido que representa dijo en entrevista que Samuel no va, al parecer él no quita el dedo del renglón e insiste en apuntarse como candidato. ¿Usted cree que lo dejarán?

Así como estos dos ejemplos hay muchos mas de políticos que solo actúan como si fueran sin meterse realmente a ejercer la posición por la que fueron electos. Se convierten en voceros de sus partidos y no de las personas que votaron por ellos. Ojo, no digo que no hagan absolutamente nada, Samuel García si ha hecho cosas, pero creo que no las suficientes para cumplir lo que prometió en campaña.

¿A cuántos funcionarios conoce que solo hacen una mímica de su posición y no hacen realmente su función? Ejercicio interesante, ¿no cree?