“Por cada minuto empleado en organizar, se gana una hora”.

Benjamín Franklin

Recibí un correo electrónico muy formal, porque a diario recibo ofertas y falsedades como muchas personas, sobre el operativo que próximamente va a realizar la Alcaldía Cuajimalpa de la Ciudad de México con el objetivo de recuperar los espacios de las vialidades que comprenden dicha Alcaldía, para lograr que ya no se estacionen vehículos de ningún tipo en doble o triple fila como es muy mala costumbre de México, y se logre el tan anhelado deseo de poder circular libremente en vehículos motorizados.

Ojalá hubieran implementado un programa similar en la década de los 90′s del siglo pasado, porque recuerdo, que cuando realicé mi internado de pregrado de Medicina en el Hospital ABC de la Alcaldía Álvaro Obregón, se obstruía la calle principal de acceso a dicho hospital a la hora de la salida de los colegios de enfrente, por los vehículos que pasaban por los estudiantes, a pesar de la inminente necesidad de que los pacientes pudieran acceder en su momento a atenderse, enfrente, repito.

También sería muy interesante que la Alcaldía Cuajimalpa sea la primera de las 16 existentes que promueva la relocalización de las manifestaciones humanas ejercidas en nuestra patria por derecho constitucional, en áreas donde no obstruyan el tráfico vehicular, con el propósito de cristalizar ese tan anhelado deseo descrito en el primer párrafo.

Por último, como lo he hecho desde que escribo columnas y artículos en el presente portal SDP Noticias, presento una propuesta: que la Alcaldía Cuajimalpa también, como parte del operativo que van a realizar, regulen los lugares de las calles para estacionar los vehículos que corresponden a todos los ciudadanos mexicanos, para que ya no sean apartados por particulares, que realmente se respete el concepto también constitucional de “vía pública”, ya que encontramos en casi todas las colonias de ésta excelsa Ciudad de México objetos apartando lugares de dicha vía pública para ser utilizados por vehículos de personas que se creen “dueños de las calles”, desde tambos, hasta cubetas con cemento, cubetas vacías, cajas de madera llamadas huacales, macetas con o sin plantas, hasta botellas con relleno de desperdicios de refrescos de 1.5 o 2 litros.

Todos los mexicanos mayores de edad tenemos por derecho los mismos derechos, valga la redundancia, y las mismas obligaciones, todos.

Nota agregada: recomiendo la lectura que escribí al respecto sobre los parquímetros de la Ciudad de México publicada en SDP Noticias el 16 de noviembre del 2020.