Hay señales que indican que la presidenta Claudia Sheinbaum está a punto de realizar una serie de ajustes en el gabinete que bien pueden representar una mayor autonomía y por fin desmarcarse de personajes heredados e impuestos que no le han permitido desarrollar los planes de gobierno ni instrumentar políticas públicas adecuadas para atender el delicado y turbulento contexto nacional e internacional.
Uno de los cambios que se perfilan es en la Secretaría de Gobernación, donde la actual titular Rosa Icela Rodríguez, como clara aspirante a la candidatura de San Luis Potosí, estaría dejando el cargo.
Ética y nepotismo, prioridades
El 4 de mayo Morena celebrará su asamblea general donde se discutirán y en su caso se aprobarán dos temas que ha venido impulsando la presidenta y que los duros y los lopezobradoristas han obstaculizado: los lineamientos de comportamiento ético de militantes y servidores públicos y la prohibición del nepotismo electoral a partir de los comicios de 2027.
En otras palabras, parece que la presidenta finalmente se pondrá por encima de su partido para establecer criterios que cierren el paso a los oportunistas y nefastos que ven en Morena el PRI de los setenta, pero recargado, lleno de corrupción, nepotismo, compadrazgo y demás linduras que han puesto al país de cabeza.
Ante la revolución que se prevé, surge con gran fuerza el nombre del segundo al mando en la secretaría de gobernación, César Yáñez.
La congeladora de la 4T
Yáñez Centeno fue mandado a la Coordinación General de Política y Gobierno de México de 2018 a 2022, como castigo por su polémica “boda fifí” con Dulce Silva, misma que salió a la luz gracias a una filtración de Jesús Ramírez, vocero y uno de los principales gatilleros de AMLO. Intrigas y ataques del bajo mundo acostumbrados por Jesús Ramírez, quien desde la campaña presidencial había hecho lo posible por desterrar a Yáñez.
A partir de entonces, César fue denostado y maltratado por personajes como Alejandro Esquer, los hijos de AMLO y toda la corte celestial que se movía por los pasillos del palacio. Le gritaron, lo humillaron, no le permitían ver al presidente, hasta que, como premio de consolación, le dieron la Subsecretaría de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación.
César Yáñez acompañó a AMLO desde sus inicios en el PRD, fue su hombre más cercano y hay que reconocer, fue quien construyó las conferencias mañaneras, desde que el tabasqueño fue jefe de gobierno de la CDMX.
Es una gran mano derecha, negociador, que conoce los secretos de AMLO, su familia y sus más allegados. Una pequeña muestra de toda esa información quedó plasmada en los libros que publicó su exesposa, Elena Chávez, quien con lo poco que vio y escuchó tuvo suficiente para escribir dos libros: “El Rey del Cash” y “El Gran Corruptor”.
En el actual contexto no se sabe si la Segob está con melón o con sandía, por lealtad al tabasqueño reta a la presidenta, protegiendo a indefendibles como los gobernadores de Tamaulipas, Américo Villarreal, de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, o a impresentables violadores y corruptos ligados al crimen organizado como Cuauhtémoc Blanco, Félix Salgado Macedonio, Ricardo Monreal o Adán Augusto López., o si en su caso su apoyo es con la doctora.
Lo que sí se sabe es que como buen operador político que es, César Yáñez se incorporó a la campaña de Claudia Sheinbaum y eso valió para su nombramiento como subsecretario de gobernación, desde donde articula con todos los estados del país temas gobernabilidad y de seguridad con la secretaría de Omar García Harfuch y, en la medida de lo posible, con el poder judicial y el legislativo.
Aunque Yáñez sabe mantener un bajo perfil, eso no lo ha exentado de que los duros lopezobradoristas lo ataquen, tal es el caso del gobernador tamaulipeco Américo Villarreal, fuerte aliado de Ramírez Cuevas. Estos personajes para zafarse de las acusaciones que pesan sobre ellos decidieron ir en contra del presidente municipal de Ciudad Victoria, Eduardo Gattás, un gran amigo de César que ha puesto a temblar al gobernador.
Ante los crecientes rumores de que la Interpol estaría por emitir una orden de captura en su contra, el gobernador advirtió: “Es parte de una campaña sucia orquestada por el propio Gattás con apoyo de César Yáñez”.
Lo cierto es que tal como se presentan las cosas, César Yáñez tiene lo necesario para ser un buen secretario de gobernación, posee información en contra de los principales detractores de Claudia y, si sabe utilizarla, podrá hacer bien su chamba en favor de la gobernabilidad del país aunque no olvidaremos su sumisión y complicidad que en su momento, tuvo con Andrés ¡venga la venganza!
X: @diaz_manuel