PROMETEO

La dirección que cada gobierno o persona ejerce implica tomar decisiones y observar si el proceso funcionó con los objetivos y metas, reconocer si funcionaron las estrategias y si no es así, escoger y decidir otras acciones. El éxito en el gobierno se basa no sólo de su líder, sino de sus seguidores, en lo personal, en la capacidad de cohesionar a su grupo familiar o de amistades. También destaca en identificar y responsabilizar por capacidades, experiencia y habilidades. El éxito no es atribuible a una sola persona, aunque algunos se acomodan para sobresalir o sacar provecho de las circunstancias y reportan los logros como propios.

Estamos en el último tramo de esta administración, para una fracción importante de seguidores del presidente López Obrador, nunca se había hecho tanto, él los ha convencido en temas clave, pensión de adultos mayores, aumento al salario mínimo, jóvenes construyendo el futuro., ha aprovechado el tema de remesas y de alta informalidad, como logros de su administración por el incremento del ingreso y el bajo desempleo. La autocrítica es nula, el mensaje público con alto contenido moral religioso, le ha generado apoyo popular y el voto decidido por el o la que él decida, ya sea gubernaturas o presidencia de la República.

Por otro lado, sus adversarios como él les llama, no le conceden un milímetro de algo bueno, el activismo en redes y manifestaciones públicas, muestra constantes descalificaciones a su gestión y al fracaso, en especial en materia de seguridad, salud y ahora en el tema de educación. Situación que ha sido base de los principales argumentos de crítica al desempeño de esta administración, a lo cual se han respuesta por parte del presidente López Obrador a ya más de cinco años de llegar al poder, culpar a los de atrás, a los neoliberales, sin embargo, las acciones de rendición de cuentas formales a los que cuestiona cada mañana fueron nulas, no realizó acción legal alguna.

Este año las proyecciones económicas, se modificaron y subieron a niveles del 3% o incluso mayor para el PIB del 2023, y en niveles similares en las proyecciones del 2024, sin embargo, la media ponderada para el sexenio por el mal desempeño de los primeros dos años, en especial por la pandemia y en mi opinión por la limitada acción de políticas públicas para estimular al sector privado productivo, será de niveles del 1% promedio, por debajo de los sexenios anteriores, que ubicaban una media del 2% de crecimiento promedio del PIB.

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El crecimiento positivo de la economía, en especial en este año, se ha sustentado por la fortaleza del consumo, el sector servicios y las actividades industriales. Él envió sobresaliente de remesas, la informalidad y las transferencias en programas sociales son un componente del consumo. La informalidad en este gobierno que es de niveles promedio del 60% de la PEA, es omitida e integrada junto con INEGI, como parte del empleo activo y en consecuencia bajo; desempleo con una tasa del 2.7%, sin embargo, ninguna economía desarrollada o en real desarrollo, reporta esos niveles de informalidad laboral y que es relevante por la población mayor a 15 años en México.

Las políticas sociales, si bien pueden considerarse bien intencionadas o por otra parte la base electoral a controlar, distorsionan el mercado laboral, ya que se fomenta empleo y actividades de baja productividad. Por lo que el objetivo es reducir progresivamente la informalidad año con año y volverla mínima, a los niveles de los años 70, se debe asociar a un sistema de seguridad nacional y para ello se requiere una cruzada fiscal para aumentar la base de recaudación y no seguir consintiendo y promoviendo la informalidad.

El tipo de cambio ha sido otro elemento que ha sido factor de discusión, por un lado, se celebra su apreciación consistente con respecto al dólar, sin embargo, qué elementos son realmente los que han logrado esa situación, definitivamente no es por productividad, ni por un proceso sólido de valor agregado en las exportaciones. Somos principalmente un país maquilador, el tema de costos y relocalización posterior a la pandemia han sido elementos, sin embargo, ha existido reticencia a la inversión, en especial en materia energética, pues se les ha dado prioridad a los monopolios del Estado mexicano.

El peso mexicano está sostenido en mayor forma por la alta tasa de interés con respecto a USA, situación que se mantendrá por lo menos al cierre de este año. México es el segundo receptor de remesas en el mundo. Sin embargo, se envían más dólares, pero con el peso fuerte en niveles ponderados de 17 pesos por dólar, se tiene que enviar más para que alcance para cubrir los gastos de consumo de sus familiares. El peso mexicano está fortachón, su mejor nivel desde 2015, también la inversión extranjera es factor, sin embargo, no es que el gobierno mexicano o el propio Banco de México sean los responsables directos. El futuro es impredecible, pues el tema está asociado a los datos económicos de USA y México, la política monetaria ambos países. Hay ventajas y desventajas con un peso fuerte, si este lo fuera por productividad y mayor valor agregado exportador sería lo ideal, pero si es por especulación de tasas, se debe ser prudente.

No hay duda de que, este último año de la gestión presidencial, se dará con una activa labor para lograr la empatía con los ciudadanos, las opciones deberán mostrar sus mejores argumentos y cuidar los errores y resbalones. Los favoritos previos oficialistas, no han sido exitosos, así fue con Labastida, Vázquez Mota, Meade y no señaló a Calderón (hay que preguntar a Creel por el doble sacrificio), porque esa fue otra historia. Así que quien piensa que esto ya está resuelto, pueden estar seguros de que, sí hay posibilidad de sorpresas, sino concretan con el elector y evitan resbalones graves., la moneda está en el aire.

Esperemos que el último tramo de esta administración sea bueno y sin sobresaltos, que no le pase como al Tren Maya que, en este fin de semana, en su primer Tour presidencial, tuvo fallas y estuvieron varados por lo menos una hora el gabinete e invitados. Así las cosas, es deseable por los altos costos y exceso presupuestal del citado Tren Maya (400 mil mdp), de la Refinería Dos Bocas (18 mil mdd) y que el Interoceánico (2 mil mdd) finalmente cierre operaciones de instalación de empresas AAA globales. Lo importante es que los terminen y funcionen bien. La improvisación y colocar a amigos o incondicionales en puestos clave tiene sus costos para el país.

En este último tramo, habrá un proceso rígido con el poder judicial, para nadie es un secreto la falta de credibilidad del sistema legal mexicano, caracterizado por opacidad, nepotismo, soberbia y burocracia judicial. El presidente López Obrador ya determinó abrir ese frente en el ideario nacional, desde luego más que por el conjunto del sentimiento de la sociedad, ha sido por los bloqueos que ha tenido en materia fiscal y administrativa que le incomodan en sus objetivos prioritarios.

Ya está proponiendo en breve la elección por voto del poder judicial y ajustar su presupuesto para 2024, el presidente López Obrador, señala busca cortar los conflictos de interés, corrupción y el derroche de recursos. Sin embargo, la ministra presidente de la SCJN Norma Lucía Piña, tiene su posición hasta el último día de 2026, por lo que primero se va el presidente López Obrador, aunque a él le gusta la canción de No se va, No se va… Así que esta historia en este último tramo tiene mucho todavía por suceder y con diversos efectos colaterales, no sólo políticos, sino económicos y sociales.

Twitter: @MarioSanFisan | PROMETEO (previsión/prospección) | CEO FISAN SOFOM ENR

Banquero a nivel Directivo con más de 30 años de experiencia de negocios. Ex presidente nacional AMFE corporativo@fisan.com.mx