Sonora Power

Este fin de semana la agenda está entre dos situaciones que al final del día están interconectadas. La elección del poder judicial por una parte, y la falsa rebeldía de la CNTE por la otra.

Está clarísimo que existe un amago de fuerzas reaccionarias, tanto de la derecha como de la izquierda por detener el avance de la agenda democratizadora que impulsa el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, en esta construcción imaginaria del segundo piso de la Cuarta Transformación.

Nuestra presidenta no hace más que seguir adelante con el proyecto transformador y su visión, obedeciendo el mandato del pueblo, pero está claro que la reacción está ahí para oponérsele.

Hay estructuras de poder que por décadas han permanecido inamovibles, una de ellas es el corrupto poder judicial, el otro son esos liderazgos de la supuesta izquierda, que ha encontrado en la movilización social y en los radicalismos sus modus vivendi.

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Para oponerse al avance de la agenda democratizadora y de paso intentar mantener al último subterfugio de defensa de los privilegios e intereses del viejo régimen, pues claro está que la oposición, débil e insignificante, la de los partidos políticos, ni siquiera alcanza a ponerse de acuerdo sobre cómo actuar ante la elección del domingo.

Mucho más ruidosa la oposición mediática y la intelectualidad del viejo régimen, que han logrado presentar un frente unido, ocupando los espacios de opinión y generando ideas y posiciones lamentables, como esa que dice que en México lejos de haberse instalado la democracia, que atiende a la voluntad del pueblo, en realidad la que manda es la oclocracia, que es la voluntad de la muchedumbre enardecida, es decir, desde el punto de vista de los intelectuales de la derecha, hoy quien avala los cambios es una chusma ignorante y conducida.

Por eso todo este ruido sobre que tantos electores alcanzará la primera elección judicial en la historia del país, por eso tantos dimes y diretes sobre supuestos acordeones que circulan, supuestamente para orientar el sentido del voto.

Al final el domingo, el ejercicio, será un paso de México al frente, que logrará empatarse con sistemas democráticos muy consolidados alrededor del mundo.

El número de participantes puede alcanzar el 20% del padrón de electores o ser menor, el hecho es que al ser una primera vez y con una elección que va desligada de cualquier otro proceso político como elecciones de diputados o gobernadores, o presidencial, no dejará de ser importante.

El sistema es perfectible, la elección del 2027 tendrá un número mucho más nutrido de participantes, el hecho es que se dejará atrás la opacidad en que hoy descansa en la operación del poder judicial a nivel federal y en los estados.

Es la primera vez que yo escucho a la gente discutir sobre quien merecer ser ministro del la Suprema Corte, o juez de lo mercantil y eso es ya un cambio en si mismo, un avance.

En Estados Unidos, un país tan admirado y celebrado por la derecha, se elige a jueces locales y a fiscales de distrito, y es un ejercicio muy eficaz, que garantiza la aplicación correcta de la ley.

En México el esquema es mucho más profundo y va desde el nivel más alto en la estructura de la administración de justicia, hasta el nivel más directo de contacto con el ciudadano.

La verdad es que en lo personal me complace que así sea, y que personas identificables por su trayectoria, que debieron hacer campaña y que fueron votadas sean quienes decidan sobre un litigio mercantil, o sobre un problema familiar o penal, me inspira mucha más confianza que estar en manos de un sistema opaco, que por décadas no ha hecho más que acumular expedientes y tomar decisiones arbitrarias, movidas por el interés político o el económico, porque hasta la fecha en México la justicia está del lado de quien puede comprarla.

De la Coordinadora y de su radicalismo, puedo decir pocas cosas, simplemente creo que es increíble que un gremio que ha sido enormemente favorecido por las políticas públicas del actual gobierno, persista en la idea de que puede chantajear, arrinconar y obligar a hacer su voluntad al gobierno de Claudia Sheinbaum.

Se les ha dado prácticamente todo lo que es humanamente posible, y aún así la CNTE opina que los funcionarios del gobierno federal no están dispuestos a negociar y acordar con ellos, y por eso demandan, exigen ser atendidos en persona por la presidenta de la república.

Queda claro que esa Coordinadora, supuestamente identificada con la izquierda, se ha convertido en un grupo de presión, que al igual que el PAN y los intelectuales del viejo régimen y algunos medios de comunicación identificados con el viejo status quo, lo que buscan es reventar la elección judicial y otros procesos relevantes en la vida pública, de modo que nada cambie y todo siga igual.

Correspondencia a demiandu1@me.com | X: @Demiandu

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