Como ha sido informado en la prensa internacional, el presidente Donald Trump ha reiterado que Estados Unidos no es más un aliado confiable para la defensa de Europa.
En el marco de la última reunión de líderes de la OTAN, en La Haya, Países Bajos, el presidente estadounidense envió el mensaje de que la participación de su país en caso de una agresión por parte de un tercero contra un miembro de la alianza no estaría asegurada. En otras palabras, señaló que Estados Unidos podría eludir su obligación adquirida a la luz del artículo 5 del Tratado, misma que implica la intervención de los Estados miembros.
Este viraje de la política de defensa de Estados Unidos ha sentado mal en Europa. En primer lugar, Rusia ha intensificado el ataque contra Ucrania, a la vez que Volodimir Zelensky debe hacer frente hoy a la realidad de no contar más con el suministro de armas de defensa estadounidenses. En segundo, se teme que Vladimir Putin, una vez que Estados Unidos se encuentre fuera de juego, intensifique su embate contra sus vecinos amenazando al mismo tiempo la integridad territorial del continente europeo.
Los repúblicas bálticas de Letonia, Lituania y Estonia, otrora integrantes de la Unión Soviética y del Imperio ruso, y hoy miembros de la alianza atlántica, estarían bajo riesgo de un ataque de Putin una vez que el Kremlin asegurase la neutralidad de los Estados Unidos.
Ante esta inquietante realidad, el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro británico Keir Starmer anunciaron hace unos días el establecimiento de un pacto bilateral en materia de defensa. Según se ha reportado, ambos países establecerían un mando coordinado que fuese responsable de la operación del arsenal nuclear, así como la puesta en marcha de un contigente de soldados franceses y británicos bajo mando único.
Conviene recordar que, tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea en 2020, se había presentado un distanciamiento entre Paris y Londres; sumado a la crisis migratoria y al conflicto bilateral representado por el cruce ilegal de migrantes de Francia hacia Inglaterra en barcazas a través del Canal de la Mancha, lo que ha provocado, en buena medida, el ascenso de los partidos de Marine Le Pen y Nigel Farage. El anuncio ha tenido lugar en el marco de la visita de Estado de Macron al Reino Unido.
En suma, Francia y Gran Bretaña, en tanto que potencias nucleares, y otrora aliados incondicionales de Estados Unidos, han optado por no apostar más a la alianza atlántica, y tomar entre sus manos la protección de un continente bajo un probable asedio ruso.