En casa, cada cierto tiempo me escuchan decir: “¿En serio tu “fuente” es Tik Tok? Busca más información antes de fijar tu postura”. Sí, soy de la vieja escuela y me rehúso a forjar mi punto de vista con la información que me den en un video de 10 segundos. Hace unos días se volvió viral un video en Tik Tok (red social) en el que la usuaria @travelwirhyamialmaraz muestra cuál es el sueldo anual de un sobrecargo: $84,000.00 (Ochenta y cuatro mil pesos 00/100 M.N.)

Las reacciones al video no se hicieron esperar, y voy a usar este pretexto para hablar de una verdad incómoda, y que mucha gente desconoce, probablemente porque el salario de los trabajadores de la industria aérea no les merece mucha atención. Con esta columna no pretendo polemizar, simplemente acercar información precisa y puntual para que los lectores tengan más herramientas al formar su punto de vista

Al igual que otros trabajos, el de los tripulantes está considerado dentro de la Ley Federal del Trabajo como “empleo de alto riesgo”, por ende, antiguamente el sueldo de este grupo de trabajadores era relativamente más alto que el promedio, debido al riesgo que conlleva trabajar en una aerolínea.

Con el paso de los años, y con la llegada del modelo de bajo costo a la aviación, de manera paulatina se han ido reduciendo los salarios, hasta niveles mínimos. Este fenómeno, como ola expansiva, no solamente lo padecen los tripulantes (pilotos y sobrecargos), sino que también está afectando los sueldos de los trabajadores de tierra de las aerolíneas.

Hay que señalarlo, se trata de una tendencia global; cada vez más líneas aéreas de todo el mundo pretenden bajar más los sueldos de sus trabajadores, lo que genera desequilibrio en las compañías, sobre todo en estos tiempos en que los vuelos comerciales están regresando a los niveles de antes de la pandemia; revisen los medios de comunicación, y cada vez son más frecuentes las noticias que reflejan una cruda realidad: la falta de personal.

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Ustedes, con justa razón, se estarán preguntando: si los boletos de avión no han bajado de precio, ¿cómo es que ahora los sueldos de la industria aeronáutica son menores? La respuesta es lógica, si la entendemos como una consecuencia de las políticas de “obtener más, pagando menos”. En la gran mayoría de los casos, son únicamente los dueños y altos mandos de las empresas aeronáuticas quienes disfruten de las mieles de un buen salario, pero no así sus trabajadores.

En nuestro país el caso de Mexicana de Aviación representa un parteaguas, y aunque lo que voy a narrar sucedió hace más de 15 años, es importante tenerlo presente. A solo seis meses de convertirse en dueño de Mexicana de Aviación, Gastón Azcárraga buscó reducir los costos de los contratos colectivos de todos los trabajadores. El gremio de pilotos aceptó un convenio de ahorros a cambio de la titularidad del 5% de las acciones de la aerolínea; los trabajadores de tierra también aceptaron reducir sus salarios y prestaciones. Pero los sobrecargos nos negamos a tal reducción.

Ante nuestra postura, el recién desempaquetado dueño, y su departamento jurídico, desempolvaron un procedimiento jurídico poco utilizado en el país: la “Demanda por Conflicto Colectivo de Naturaleza Económica”, esto es, una especie de “huelga” por parte del patrón en contra de los trabajadores. El principal argumento: que los salarios de los trabajadores hacían inviable la operación de la empresa.

En febrero de 2007, Compañía Mexicana de Aviación demandó a sus sobrecargos por un Conflicto Colectivo de Naturaleza Económica, y solicitó a la autoridad la reducción del 60% de nuestro salario y prestaciones, ya que en palabras de la administración de la empresa: “nuestros sueldos hacían inviable a la línea aérea”.

Gracias al litigio entablado entre las partes, el expediente develó cuánto cuestan los salarios de los tripulantes, dentro de todo el costo operativo. Quedó demostrado ante la autoridad jurisdiccional que uno de los mayores cargos que tiene que afrontar una línea aérea es el combustible, rondando entre un 30% y 40% del total de su operación, y que el salario de los sobrecargos, apenas representa el 3%, y los pilotos el 7%. Si sumamos, el costo operativo de los tripulantes, en ese entonces, que eran salarios mejor remunerados, era apenas del 10%.

Con ese dato duro, la premisa de los dueños de la empresa se convirtió rápidamente en falacia, sin embargo, el caso escaló hasta la más alta tribuna del país: la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Fue hasta 2015 cuando los Ministros fallaron en favor de los sobrecargos, emitiendo una sentencia que de forma clara precisó que los salarios de los sobrecargos no eran la causa de las malas finanzas de la línea aérea. Triunfo legal que tristemente se convirtió en agua, porque en 2010 Mexicana de Aviación ya había sido bajada de vuelo, como consecuencia de un fraude que hasta hoy sigue impune.

Traigo a colación este tema porque me sirve para ahondar en la información viralizada en Tik Tok. En el video una persona muestra el salario de un sobrecargo, comenzando con $57,000 pesos anuales, hasta llegar al percibido por una persona con más antigüedad: $90,000 pesos al año.

Las reacciones registradas fueron variopintas: hubo quienes comentaron que los sobrecargos ganan muy poco (y en efecto así es, pues al paso de los años cada vez se gana menos como tripulante de cabina); otros decían que para eso estaban los viáticos, y aquí me permito hacer una gran puntualización: los viáticos que reciben los sobrecargos en algunas empresas -porque no en todas les dan viáticos- no forman parte del salario, legalmente hablando.

Sí, históricamente el sobrecargo común y corriente se ve obligado a “apuñalar el viático”, como decimos dentro del argot aeronáutico, pero eso es muy diferente. Durante mis años como representante sindical, fue tema constante con la base de sobrecargos insistirles en que no considerasen los viáticos como parte de su salario, pues no forman parte de nuestros ingresos.

En últimas fechas, diferentes empresas de aviación están solicitando personal, y cuando veo las ofertas me voy de espaldas; les pondré un ejemplo reciente: un piloto de la empresa Transportes Aeromar me confió que les siguen adeudando pagos, y me comenta que “recibió” su quincena en ceros.

Así como lo leen, el piloto obtuvo su comprobante de pago quincenal, pero venía en ceros; y cuando me mostró cuánto gana, no pude dar crédito: salario base $7,686.42 pesos, siendo piloto. Hace 12 años cuando yo volaba como sobrecargo en Mexicana de Aviación mi sueldo tabular era de $7,182.81 y si le sumamos el incentivo que nos daban por “Uniforme y actitud”, $700.00 pesos más, ganaba a la quincena $7,882.81; en ningún caso estoy sumando los vales de despensa.

Yo como sobrecargo Supervisor B en Mexicana de Aviación con tan solo 12 años de antigüedad ganaba más que actualmente un piloto de Aeromar. Y encima cobra en ceros. La gran crisis en los salarios de la industria es algo innegable.

Algunos respondieron al video de Tik Tok asegurando que se trataba solamente de los sueldos de los sobrecargos de las aerolíneas de bajo costo. Una realidad es que ya no importa el modelo de línea aérea -bajo costo o tradicional-, los sueldos son muy similares. En el caso de Aeroméxico, pilotos y sobrecargos firmaron sendos convenios de ahorros vigentes hasta el 2024. Y previamente Aerovías de México, S.A. de C.V -razón social de Aeroméxico- había conseguido establecer “el contrato B”, es decir el beneplácito de los sindicatos de pilotos y sobrecargos para contratar trabajadores “más baratos” (con prestaciones y sueldos más bajos) a partir de los años 2013 y 2014, respectivamente. ¿Cómo lo logró? Echando mano de una estrategia probada: amenazando a los gremios con demandarlos vía Conflictos Colectivos de Naturaleza Económica, si no aceptaban.

Pero también en el personal de tierra ha padecido dramáticos recortes a los salarios; de ganar $7,500 pesos al mes a ganar un salario mínimo, poco más de $5,000 pesos. Con jornadas entre doce y catorce horas a la intemperie, con sol, viento, lluvia. ¿Y las compañías de aviación se quejan de la falta de personal?

Estoy consciente de que no es una crisis salarial exclusiva de la aviación, pero me preocupa lo mal pagado y explotado al máximo, que se tiene al personal aeronáutico; es alarmante un caldo de cultivo de este tamaño, en una industria cuya premisa mayor es la seguridad aérea.