Nunca lo hubiéramos imaginado. Lo que comenzó como un nuevo virus en China, a finales de 2019, se convirtió rápidamente en una enfermedad generalizada que cerró las puertas de todos los países del mundo y paralizó la economía global en un año y medio. Nuestra sociedad ahora vive enmascarada, con miedo y desconfianza permanente.
Lo que todos nos preguntamos es por qué las economías de algunos países ya han vuelto a la normalidad, mientras otros, como el nuestro, se están quedando muy atrás. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) preparó una serie de cronogramas de recuperación de Covid-19 por país, puede revisarlo aquí: “SIN RECUPERACIÓN ORDINARIA”
En los gráficos de la OCDE se anticipa cuándo los países se recuperarán económicamente de la pandemia mundial, basándose en el regreso a los niveles de PIB per cápita previos a la pandemia.
¿Quiénes son los líderes? China y Estados Unidos se están recuperando a una velocidad vertiginosa. Incluso China alcanzó niveles de PIB per cápita prepandémicos justo después del segundo trimestre de 2020.
Aunque las perspectivas de la economía mundial han mejorado, esta es una recuperación fuera de lo común. Además, es probable que siga siendo desigual y dependa de la eficacia de los programas de vacunación y de las políticas de salud pública. Las decisiones económicas de los gobiernos siempre tienen consecuencias.
Lo que nos dice el estudio de la OCDE es que la mayoría de los países alcanzarán niveles prepandémicos de PIB per cápita para fines de 2022. Sin embargo, algunos países avanzan mucho más rápido que otros.
Durante este año se recuperarán:
√ Estados Unidos. √ Corea del Sur √ Irlanda √ Suecia
√ Eslovaquia √ Nueva Zelanda √ Alemania √ Estonia
√ Dinamarca √ Luxemburgo √ Noruega √ Polonia
√ Latvia √ Japón √ Finlandia
Cuatro economías emergentes están avanzando a toda velocidad y se prevé que se recuperen a finales de este año: Rusia, Chile, India e Indonesia. Pero México, Costa Rica y España no lo harán sino hasta 2023. Arabia Saudita en 2024 y Argentina en 2026.
Sin embargo, todo es incierto. Todo dependerá de las nuevas oleadas de variantes de Covid-19.
¿Por qué algunos países se están recuperando más rápido que otros? Un factor parece ser la tasa de vacunación. Los gobiernos que se dejan ayudar por el sector privado avanzan con mayor velocidad. De acuerdo con los expertos, las diferencias entre los países, cuando hablamos de la solidez de la recuperación económica, se deben al nivel de apoyo gubernamental a trabajadores y empresas vulnerables, al grado de dependencia de determinados sectores, como el turismo y el comercio, a la integración de cadenas de suministro y a las políticas de salud pública y vacunación.
Pero pongamos nuestra atención en tres factores fundamentales.
Primer factor: vacunación.
El principio es muy claro: mientras mayor sea la tasa de vacunación, más difícil será que el Covid-19 se propague. La aplicación de las vacunas es lo que les da a los países la oportunidad de aflojar ciertas restricciones, permitir que las personas regresen al trabajo y a la vida normal y, con ello, reactivar la economía. Hay un hecho fundamental: mientras más rápido se implementa la vacunación, menos tiempo habrá para que las variantes muten.
Segundo factor: infraestructura hospitalaria.
La solidez general de la infraestructura sanitaria de un país es determinante para la reactivación. Las economías más avanzadas suelen tener más capacidad de unidades de cuidado intensivo, una difusión más eficiente de la información de salud pública y, simplemente, más personal hospitalario de alta calidad. Esto ayuda a manejar mejor la pandemia, con casos reducidos, menos restricciones y una recuperación rápida.
Tercer factor: apoyos del gobierno.
El nivel de apoyo gubernamental y estímulos fiscales inyectados en diferentes economías ha determinado la rapidez con la que se recuperaron. Aquí las diferencias entre los gobiernos es muy notoria. Los líderes gubernamentales que entienden su responsabilidad y apoyan a las micro, pequeñas, medianas empresas y al ingreso de las familias, salen adelante más rápido. Los que se quedan estancados en una visión enfocada sólo en programas sociales, tardan más.
¿Cuál es la visión hacia el futuro?
Una vez que podamos recuperar la normalidad, deberíamos canalizar más dinero hacia la infraestructura de atención médica y la investigación de enfermedades de manera preventiva. Si lo hacemos podríamos evitar otro cierre de la economía mexicana y la pérdida, innecesaria e inadmisible, de vidas en el futuro.
La vida nunca será del todo igual que antes. La nueva normalidad será diferente. Muchas de las consecuencias de la pandemia permanecerán en nuestro entorno por un largo tiempo. Pero eso no nos debe paralizar.
Los países que se han dado prisa en vacunar a su población contra el Covid-19, y que están logrando controlar las infecciones mediante estrategias de salud pública eficaces, están registrando una recuperación económica más rápida. No podemos vivir en “islas de protección sanitaria”. Mientras no estemos todos protegidos, nadie estará protegido. Ojalá lo entienda el gobierno de la 4T.
¿Por qué las políticas públicas son importantes?
Existe el riesgo de que la pandemia cause un deterioro a largo plazo de las perspectivas laborales y los niveles de vida de muchas personas. El gobierno mexicano debe utilizar todos los recursos necesarios para:
a) Vacunar y aceptar la cooperación del sector privado. Acelerar la vacunación en todo el país. Eliminar las barreras a la distribución de medicamentos. Incrementar los recursos médicos.
b) Apoyar a las personas y a las empresas. Proporcionar ayudas a los ingresos de los trabajadores de los sectores más afectados. Adaptar las políticas en función de la evolución económica y sanitaria. Apoyar a las empresas afectadas por las restricciones mediante subsidios y capital. Ayudar a las personas menos calificadas y vulnerables. Mejorar los programas de capacitación para los trabajadores.
c) Revisar los marcos fiscales para implementar algunos estímulos temporales, como la depreciación acelerada que incentive la inversión, mejorar la agilidad y eficiencia del gasto público. Invertir en salud, infraestructura hospitalaria y tecnología digital.
De acuerdo con la encuesta sobre expectativas de especialistas en economía del sector privado, que publicó el Banco de México en junio pasado, se estima que el crecimiento de la economía mexicana será de entre el 2.6 y el 2.8% en 2022. Pero podría ser mayor, y llegar al 3.5% o más. ¿Cómo? El gobierno tendría que dejarse ayudar para acelerar la vacunación, fomentar la inversión privada y respetar el estado de derecho. También debería reducir las cargas regulatorias y la incertidumbre sobre la participación del sector privado en determinados sectores clave de la economía, como la energía.
Sin duda, las exportaciones de manufacturas van apoyar el crecimiento también. Pero no por las políticas públicas mexicanas. Serán beneficiadas por la fuerte recuperación y el apoyo de las políticas públicas en Estados Unidos.
El consumo privado se recuperará gradualmente, ayudado por las remesas. La inflación caerá ligeramente. Las políticas monetaria y financiera están apoyando la recuperación. La prudencia fiscal de los últimos años y la rigurosa gestión de la deuda pública aportan a México un cierto margen para ofrecer apoyo fiscal adicional de manera temporal, que debe dirigirse a las personas y empresas más afectadas por la pandemia.
Pero, desafortunadamente, cientos de miles de empleos se perdieron en el sector formal de la economía. Las mujeres han sufrido de forma desproporcionada los efectos de la crisis. La pobreza, las desigualdades y las brechas de género se han ampliado como consecuencia de la pandemia.
No podemos vivir en un país que se recupera a dos velocidades. La colaboración entre gobierno y empresas es indispensable.
Twitter: @javier_trevino