Vaya situación, aparentemente sin salida, en la que se encuentra la administración Sheinbaum debido al desastre en NYC del Buque Escuela Cuauhtémoc, de entrada, en el menos peor de los casos en lo que a responsabilidades para México se refiere, sería el hecho (nada menor) de no haber avisado a los cadetes de lo inminente, y haberles salvado su integridad física e incluso la vida, han muerto dos de ellos, al momento.
Otra posibilidad es una falla en el motor del buque, ya que se mira a todas luces que el motor va encendido y dejando una estela en su camino de reversa, hecho inédito por cierto, una falla en el “Caballero de los mares”, desde que fue botado al mar en 1982 hasta la fecha. Si hay una falla de cualquier tipo en el Cuauhtémoc, sin duda se trata por los recortes a todas las áreas de la administración pública federal para el ejercicio fiscal 2025, Secretaria de Marina incluida, recursos todos destinados a los programas sociales, más que justos sí, pero alarmante en aumento y lo peor: sin cambios fiscales a la vista (ley de ingresos para el 2026), lo que vendría a ser una muestra más del ‘austericidio’ que sufre la administración pública en todas las áreas, mezcla esta que nos lleva a un peligrosísimo escenario en las finanzas publicas ya en franca lógica de borrachera populista.
Ahora, en el caso de que, si y solo si, fuera responsabilidad de los auxiliares del puerto, gringos, hecho que se reduce a un infantil simplismo, ya que es preciso una nada sencilla cadena de errores para que suceda una desgracia de esas proporciones, el gobierno de la presidenta Sheinbaum no va a tener el valor de un reclamo como el que ameritaría, dado que todo el gobierno actual, se encuentra paralizado por el pavor de las investigaciones de nexos de personajes de la política con el crimen organizado en México. Ósea, en resumen es más factible que la presidenta termine por pedir perdón, pagando además, por los raspones causados en el puente de Brooklyn debido al fatal y vergonzoso accidente.