¿Por qué la gente no quiere participar dentro de la política? habrá muchos motivos, pero quiero enfocarme en la crisis de los partidos, los cuales están secuestrados por un grupo de personajes que han protegido su coto de poder.
Parece que uno de sus fundamentos es impedir la inclusión de personas distintas a ellos; la clase política mexicana suele heredar los puestos y muchos hasta se reproducen entre sí. Hijos, sobrinos, yernos de senadores, diputados o gobernadores son los elegidos para ser funcionarios o para ser los próximos plurinominales del congreso.
Entre ellos se cubren las espaldas; funcionan como una especie de manada de lobos, en la que cada integrante tiene un rol determinado, que cumplen sin chistar; todo con el objetivo de proteger a su grupo de cualquier extraño. Sin importar sus capacidades o inteligencia, viven de tomar decisiones que afectan la vida de cientos, miles o de millones de mexicanos. Éstos personajes viven en un mundo paralelo en donde la abundancia de recursos y oportunidades son un hecho, volviendo los problemas reales de la población general, en situaciones que escapan de su imaginación.
Este panorama, ha generado que muchos quieran pertenecer a ese “selecto” grupo y ¿cómo no?… El problema, es que si no eres uno de ellos por apellido o condición social, será casi imposible que logres pertenecer. Las viejas y viejos lobos de mar de la política nacional, impedirán tu ascenso.
No importa si tienes un sentimiento genuino de servicio o espíritu defensor de los desvalidos o menos afortunados, o si estás interesado sólo por el dinero o recursos económicos del Estado. Te expulsaran, harán de todo para que te vayas.
El punto es que la soberbia y avaricia de los presidentes, coordinadores de los partidos y clase política en general, ha provocado que las instituciones y partidos políticos estén perdiendo la poca credibilidad que les queda, haciendo que prevalezca la mediocridad entre sus integrantes. Sólo se escuchan entre ellos mismos y comparten su falta de visión y sensibilidad ante la horrible realidad de muchos.
De forma mutua se dan atole con el dedo y muchas veces ni siquiera son conscientes de esta situación; esto es una de las razones por las que la oposición actual es de risa y la mayoría de sus líderes son grises e incapaces de generar emoción en los votantes; además que otros son impresentables. Parece que el 2024 será de Morena, el partido político creado por López Obrador, el cual surgió por el desgastado y corrupto sistema de partidos que sigue vigente.
Tal vez, la sociedad mexicana requiera llegar al fondo de lo que sea que estemos viviendo con el gobierno actual, con los partidos políticos y la clase política en general, para que después de algunas décadas, decepciones, más violencia, corrupción y muchos dinosaurios muertos; los ciudadanos comiencen a cuestionar su diario vivir, e inicien nuevas organizaciones políticas; porque, las que hay actualmente, son tan feas, acartonadas y aburridas, que muchos, simplemente prefieren, ni siquiera saber o enterarse sobre lo que pasa en el país y les da igual votar o no. El abstencionismo es su mejor elección.