Sonora Power
La estrategia implementada por el gobierno de Claudia Sheinbaum en materia de seguridad funciona y el hecho de que en 7 meses se haya logrado disminuir la incidencia de homicidios y por tanto la violencia en 33.3%, es la muestra clara de que México no es un caso perdido, que la tranquilidad de los ciudadanos es algo asequible y que un trabajo bien diseñado y ejecutado es la clave para alcanzar la pacificación y la tranquilidad de los ciudadanos.
Al final puede verse que ir a las causas es lo correcto, pero que esto debe combinarse con una eficaz coordinación entre todos los niveles de gobierno, todas las autoridades.
La inteligencia y la consolidación de los cuerpos de seguridad es la esencia de esa estrategia y atacar la corrupción en todos los niveles, también es el camino.
El promedio diario de homicidios se ubica actualmente en 65.3 casos en todo el país, antes de que llegara la presidenta Sheinbaum era de 86.9 casos, esto es un total de 21 asesinatos menos que se cometen de manera cotidiana en el país.
De hecho el mes de abril de este año es el más bajo en incidencia delictiva desde hace 8 años y todo indica que se ha consolidado una tendencia, al dar con objetivos prioritarios y atacar a las organizaciones criminales, donde la duele, es decir en el dinero y en sus recursos.
Los casos de estados que son considerados foco rojo son ilustrativos de tal situación y el que más llama la atención es sin duda Guanajuato, que logró una baja tajante de casi el 50% de los homicidios en solo 2 meses, situación similar a la que ocurre en el segundo estado más violento, para este caso Baja California.
La tendencia a la baja es notable también en el Estado de México (-30.7%), Chihuahua (-26.5%) e incluso en Sonora, que es actualmente el lugar 9 en incidencia y que logró una baja del 10% respecto a los números reportados al cierre del primer cuatrimestre del 2024.
Ahora el colmo es que mientras el gobierno federal, las autoridades ministeriales y los estados han hecho todo para mejorar resultados y eficiencia, el poder judicial persista en deshacer lo avanzado.
Ayer el secretario de seguridad pública Omar García Harfuch denuncio que persisten las liberaciones y manipulaciones de expedientes para proteger y ayudar a criminales en proceso.
Reveló que, entre 2024 y lo que va de 2025, se han registrado 193 determinaciones de órganos jurisdiccionales que favorecieron o pretendieron beneficiar a presuntos delincuentes con traslados, liberaciones y egresos definitivos.
Esto representó 164 egresos por cambio de medida cautelar y dos egresos definitivos de criminales peligrosos, vinculados a los cárteles de la droga y organizaciones del crimen, lo que significa más de 100 delincuentes que regresaron a las calles.
La corrupción persiste en quienes supuestamente están ahí para administrar justicia y la colusión llega a niveles de alarmantes.
¿Cómo es posible que mientras las fuerzas de seguridad aprehenden a los criminales estos sigan saliendo por la puerta de enfrente, porque los jueces los protegen?
La respuesta es simple, el rastro del dinero es tan claro que hace necesario cortar de tajo con esa situación.
Como se sabe el 1 de junio, es decir en 3 semanas, habrá elecciones para votar por jueces, ministros, y magistrados en todos los niveles de la administración de justicia y al parecer ese paso que dará México al frentes es el único camino posible para acabar con el lastre de la corrupción en los juzgados.
El colmo es que quienes se oponen a que los ciudadanos votemos por quienes están a cargo de la administración de justicia, sean los mismos que ponen el grito en el cielo por la inseguridad y la violencia.
Al final creo que la solución corre por ese camino y es alentador que ahora la presidenta Sheinbaum de señales claras de que el camino de democratizar procesos, seguirá después de este primer paso, abrir la puerta a que fiscales y ministerios públicos también sean electos.
La democracia será un factor que acabará por regresar la paz y tranquilidad a nuestro país.
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