Comienza a ser una lingüística común la estrategia de descalificación que mueve y patrocina la oposición a través de organismos como Mexicanos Contra la Corrupción, que nuevamente se sitúan en el centro de la controversia por su poca credibilidad. De hecho, se ha puesto de nuevo a realizar “investigaciones” que no tienen fundamentos que pugnen por una veracidad. Precisamente ese punto, queda claro, es el que hace más obvia la andanada que han puesto en circulación en varios medios que, por su esencia, podemos decir que son de corte conservador. Fue muy evidente, por ejemplo, el modo sincronizado en el que pautan la hostilidad. De pronto aparece un medio de comunicación y, de paso, arrecia la misma narrativa. A todo ello, en definitiva, podemos responsabilizar a la oposición, sobre todo por la debacle que viven en la actualidad.
La guerra sucia y la infamia que vivió el vocero de la fracción parlamentaria de Morena en San Lázaro, tiene una conclusión muy clara de que lleva una dedicatoria a fin de manchar la imagen. Aparentemente, fue una coincidencia que primero comenzara Mexicanos Contra la Corrupción, y luego un medio de circulación nacional. En política, es bien sabido, no hay coincidencias. Las formas importan mucho, tan es así que, en medio de ese clima, se estuvo replicando el asunto entre ese mismo círculo de opinión; es decir, no tuvo un impacto mediático como para captar la atención. De hecho, la misma ciudadanía, una y otra vez, ha dicho estar en contra de ese tipo de instrumentos perniciosos que intentan polarizar. Todo ello, de cara al proceso electoral intermedio solo pone en condiciones inmejorables a la coalición Seguimos Haciendo Historia.
No es nada novedoso lo que propone la oposición al apostarle a la guerra sucia. Eso es, estratégicamente hablando, una acción incorrecta, además de abrupta, que pone nuevamente en jaque al PRIAN. Repito, Morena ganará, sin temor a equivocarme, todas las gubernaturas que estarán en disputa, incluyendo Aguascalientes, Chihuahua y Querétaro. Esta última entidad, por cierto, es donde se nota más el escepticismo del gobernador Mauricio Kuri. Han sido varios los posicionamientos públicos, eso sí, poco convincentes al llamar a no votar por Morena. Eso, además de incurrir en una ilegalidad, pone principal acento en la desesperación en la que ha caído la derecha ante la debacle. Los mismos responsables de esa crisis son los que tratan de persuadir a la ciudadanía. A eso nos tiene acostumbrado ese contrapeso que, en el fondo, no ha podido ni asomar las narices a los temas de la agenda pública. Es obvio que han entrado a una etapa que los ha hecho convulsionar y, lo que es peor, continúan perdiendo terreno clave que sabrá aprovechar al máximo el lopezobradorismo.
Todo eso terminará con la victoria aplastante de Morena en las elecciones intermedias del 2027. De hecho, la oposición, en complicidad con organismos como Mexicanos Contra la Corrupción, siguen sin convencer al electorado que, de nueva cuenta, les ha cobrado factura de manera creciente. Todas las encuestas, sin excepción alguna, muestran como Morena ha ido ampliando su ventaja. A la par, casi de forma similar, las fuerzas aliadas como el PT han mostrado, de la misma manera un crecimiento que los ha ido afianzando, al punto de ser determinantes, en gran medida, para conquistar enclaves importantes como los que mencionamos anteriormente en un futuro corto, especialmente cuando el PRIAN, pese a los constantes tropiezos, no corrige su estrategia para conectar con la población civil. Lo único que fomenta el conservadurismo, que no es polarización, es más animadversión para ellos; suena paradójico, pero los mecanismos de comunicación, en particular las redes sociales, han marcado la enorme diferencia para poner al descubierto las fechorías a las que nos acostumbró la oposición.
Como era de suponerse, eso mismo hacen a pesar de los tropiezos que han tenido en los últimos años. No han aprendido la lección. Era de esperarse, aunque el propio Jorge Romero dijo que no, que esta alianza de supervivencia se mantuviera por los intereses mezquinos a los que están acostumbrados sus referentes más visibles. Eso, peor aún, los continúa hundiendo en un agujero profundo. Por eso actúan con desesperación. En el legislativo, por ejemplo, la oposición ya no debate ni construye, sino edifica un circo mediático del que fácilmente podemos darnos cuenta. De hecho, prometieron tener un acercamiento con la sociedad y, una vez más, han dejado de lado lo más importante para construir las condiciones que es, en definitiva, el trabajo de base para fortalecer las estructuras. En ella, desde luego, pudieron encontrar el respaldo; sin embargo, se encumbran en la guerra sucia y, de paso, en aquellos organismos que están al servicio del conservadurismo, incluyendo algunos medios de comunicación y periódicos de circulación nacional que se han dado a la tarea de pautar la guerra sucia que, lo dijimos, paradójicamente ayuda más a Morena. Todo ello, una vez iniciado el proceso previo para elegir las gubernaturas que estarán en juego en 2027, lo ratificaremos con el tsunami de la coalición Seguimos Haciendo Historia en todas las entidades, incorporando a Querétaro, Chihuahua y Aguascalientes. Este último enclave, hasta donde sabemos, quedará en manos de un perfil hombre a fin de darle equilibrio a la paridad de género. De eso seremos testigos, al igual que la debacle del PAN en esos enclaves que, tarde que temprano, serán parte de la causa lopezobradorista.
Notas finales
Hasta el cierre de esta columna todavía se seguía votando en una elección histórica que, por su importancia, quedará para la posteridad, sobre todo porque, en el centro de atención, apareció el mismo Andrés Manuel López Obrador, que diseñó el Plan C para el asunto del poder judicial. Y para darle continuidad, en esa política pública de transformación, la misma Claudia Sheinbaum votó a temprana ahora y, de paso, se preparó para ir a un evento conmemorativo del Día de la Marina. El telón de fondo, sabemos, fue el puerto de Acapulco. Es, en efecto, la segunda visita consecutiva de la jefa de Estado a Guerrero en menos de cuatro semanas. Se nota que la gobernadora, es evidente, sabe tejer fino y gestionar al más alto nivel, pues Evelyn Salgado, de acuerdo con las evaluaciones que miden el desempeño de los mandatarios estatales, se sitúa en el ranking de los 10 mejores servidores públicos evaluados de México.