El 19 de abril de 1945, justo antes de que terminara la Segunda Guerra Mundial, vio la luz la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), cuya misión -desde un principio- ha sido la defensa de las líneas aéreas, para que las normas sean estandarizadas y eso se refleje en una mejor y mayor seguridad aérea, así como concientizar a los gobiernos de la importante aportación que hace la industria aérea, tanto a economías nacionales, como a nivel global.

Son destacables todas sus gestiones buscando que las líneas aéreas simplifiquen sus procesos operativos, en beneficio de los usuarios del transporte aéreo, para mejorar la eficiencia, mientras se reducen los costos operativos para las compañías.

Hoy por hoy la IATA tiene afiliadas a más de 340 aerolíneas de todo el mundo. Imaginen, cuando nació lo hizo con 57 aerolíneas, principalmente del viejo continente. Y es que no podemos entender la importancia de la IATA, sin la colaboración de la también recién creada Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

Los principales aportes que hizo la IATA fueron básicamente en el área técnica, pero estos se vieron reflejados en los anexos del famoso Convenio de Chicago, que actualmente rige a la aviación comercial.

La IATA ha crecido de tal manera que ya no solo se enfoca en las líneas aéreas, ahora también colabora para la estandarización de los servicios que brindan las terminales aeroportuarias, en los servicios del personal de tráfico aéreo, pero también en los gobiernos, coadyuvando en encontrar áreas de oportunidad para que los países mejoren su aviación. Por supuesto también se enfocan en la gente que opera en tierra, así como con las agencias de viajes, y no podemos dejar fuera a los pasajeros.

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En la actualidad, además sus trabajos y gestiones abordan la importancia de la sostenibilidad de la industria aérea, y se enfocan en trabajar de la mano con las líneas aéreas, gobiernos y demás entidades, para lograr la meta de “cero emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)”, así como reconocer a la diversidad que labora dentro de la aviación comercial.

No exagero cuando digo que son pioneros en tener una visión de género, que promueve la inclusión de las mujeres, destacando su iniciativa “25by2025”, cuyo objetivo es tener a mujeres en el 25% de los cargos de dirección, y no solamente en servicios, como puede ser el personal de tráfico, o bien el personal de vuelo, como los tripulantes de cabina.

El objetivo es que dentro de la aviación comercial más mujeres dirijan esta apasionante industria. Y sinceramente espero que se alcance la meta y este año tengamos a mujeres en -por lo menos- el 25% de los puestos directivos.

Además de tener oficinas regionales en más de 60 países, la IATA tiene su sede principal en Montreal, Canadá y cuenta con una segunda sede en Ginebra, Suiza. Así distribuidos por todo el mundo, analizan el comportamiento de la aviación comercial tanto de pasajeros como de carga, y cada mes elaboran un reporte informando el crecimiento que ha tenido la aviación a nivel global, y a su vez presenta los datos de cada región: Europa, Asía-Pacífico, Latinoamérica, Estados Unidos y África.

No podemos tampoco dejar a un lado el famoso “Código IATA”, que es con lo que identificamos a los aeropuertos, por ejemplo:

  • MEX - Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México
  • NLU – Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles
  • GDL - Aeropuerto Internacional Miguel Hidalgo y Costilla en Guadalajara
  • MTY – Aeropuerto Internacional de Monterrey
  • CDG – Aeropuerto Internacional de París-Charles de Gaulle
  • LAX - Aeropuerto Internacional de Los Ángeles

Tan solo por mencionar algunos, y estos códigos como pasajeros lo pueden ver en su boleto de avión. La próxima vez que viajen, si no lo habían notado, fíjense bien en su boleto. Nosotros como sobrecargos en la antigua Mexicana de Aviación nos teníamos que aprender todos los códigos IATA para poder descifrar la secuencia de vuelos mensual que nos daba la empresa.

Era vital conocer muy bien estos códigos, porque además de estar en la secuencia, si había un cambio “por necesidades del servicio” y te asignaban otro vuelo, tenías que ver a dónde te habían asignado. No voy a mentir, al principio con tantos códigos y muchos parecidos, pues uno se confunde, por ejemplo con SJC que es San José California y con SJD que es el de Los Cabos.

En fin, anécdotas hay muchas, pero en esta ocasión solo quiero felicitar ampliamente a la IATA por la gran labor que realizan. He podido comprobar de primera mano el compromiso que tienen con su labor.

Tanto en el evento de 2023 “Wings of change Americas”, y en 2024 en el evento “IATA GLOBAL MEDIA DAY” que se llevó a cabo en Ginebra, Suiza, han trabajado y analizado cómo mejorar la aviación, para hacerla más cómoda y segura para nuestros principales clientes: los pasajeros. Larga vida a la IATA, y que pueda afrontar los múltiples retos que se ven en el horizonte.