Cada día 25 de cada mes, en Latinoamérica se conmemora el “Día Naranja” cuyo principal objetivo es el de generar consciencia para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres y niñas.
Y en el ámbito aeronáutico es un fenómeno que se sigue dando, aunque hay que señalar, que hay sindicatos que luchan verdaderamente por la equidad de género, aunque sean gremios preponderantemente masculinos, como es el caso del sindicato de pilotos ASPA.
Es preocupante que la violencia contra las mujeres continúe siendo una constante en el gremio de sobrecargos, ya sea por posiciones ventajosas de poder, tal y como sucede en el sindicato de la familia Romo el STIA, como en el sindicato de sobrecargos ASSA.
Apenas ayer me hicieron llegar un audio, y todavía no me repongo del coraje e impotencia, pero sobre todo, del azoramiento, pues mis oídos se niegan a creer en lo ahí vertido.
Los pongo en contexto: en el año 2016 la compañera Janete Echegaray era Secretaria de Conflictos de ASSA de México, y como era “contraria” al Secretario General Ricardo Del Valle, se pasó su gestión literalmente “volando”.
Es por ello, que en una firma de revisión contractual con la empresa Aeroméxico, ella fue “bajada de vuelo” para presentarse en la audiencia para la firma de la revisión en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, estando ahí junto con el apoderado legal del sindicato Arturo Alcalde Justiniani y Eugenio Narcia, al igual que otros miembros de la representación sindical. La compañera en cuestión solicitó que se le diera lectura al documento que se iba a firmar. Este acto, tan sencillo y fácil de entender, provocó una furia mayúscula en el Secretario General, quien de manera airada le llamó por teléfono.
A continuación la transcripción de dicha llamada de no más de un minuto:
Janete Echegaray (J.E.): Buenas tardes, buenos días.
Ricardo Del Valle (R.D.V.): Oye Janete me están comentando que no quieres comparecer en la audiencia.
J.E.: No, no al contrario, sí quiero comparecer, solamente lo único que pido es que me permitan leer lo que ustedes firmaron. Claro que quiero comparecer. Por supuesto yo no me estoy negando.
R.D.V.: A ver, a ver, te voy a decir algo, si yo instruyo al abogado que tú no comparezcas… no compareces ¿eh?
J.E.: Mira Ricardo lo que, lo que, lo único que estoy diciendo es leer lo que a mí me corresponde. Es lo único que estoy diciendo y estoy corroborando lo que tú mandaste a la asamblea.
R.D.V.: Por eso, por eso, tienes desconfianza no comparezcas, a ver ya te lo estoy diciendo, voy a dar instrucciones al abogado.
J.E.: No, sí voy a comparecer, nada más sí me permites...
R.D.V.: No, hazle como quieras, ¿ah sí?, ¿vas a comparecer?, ¿en serio?, ¿ah sí?
J.E.: Sí, si voy a comparecer, por supuesto.
R.D.V.: Ahorita vas a ver que no vas a comparecer, conmigo ahí no te metes, ya te lo digo.
J.E.: No, discúlpame pero sí. Sí voy a comparecer.
R.D.V.: Ah bueno, a ver cómo le haces, porque ahorita hablamos con el presidente de la Junta y a ver si compareces.
J.E.: Adelante.
R.D.V.: Adelante, no vas a comparecer.
Y ahí termina la llamada telefónica, Ricardo Del Valle se extralimitó en sus funciones ya que la Toma de Nota respaldaba a la compañera Janete de su cargo como Secretaria de Conflictos, quien no requería de la aprobación, visto bueno, ni mucho menos la bendición o complacencia del Secretario General.
Motivo por el cual, las autoridades de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, le permitieron darle lectura al documento y posteriormente firmar la revisión contractual del 2016 de los sobrecargos al servicio de la empresa Aerovías de México, mejor conocida por su nombre artístico como Aeroméxico.
Ricardo Del Valle hizo gala de su profundo machismo y misoginia en contra de una compañera que, en materia sindical, son exactamente iguales, la organización sindical no es vertical sino horizontal, abusando de su poder. Si esto no es un ejemplo de “violencia de género” en contra de una mujer, entonces no entiendo qué necesita pasar.
Y lo peor de todo es que este modus operandi, registrado en 2016 no ha cesado. A la fecha el mismo líder sindical sigue dando terribles y deleznables muestras de misoginia en un sindicato mayoritariamente femenino, negando el uso de la palabra a las compañeras en las asambleas, ignorando sus intervenciones o burlándose y haciendo escarnio de las mismas: “¿ahora no vas a gritar como siempre acostumbras, compañera?”
Porque es 25 lo menciono, pero sin quitar el dedo del renglón un solo día del año, hasta que este tipo de prácticas desaparezcan de nuestra vida sindical.