Los miembros del oficialismo y sus propagandistas reiteran una y otra vez que la presidenta Claudia Sheinbaum cumple con sus obligaciones de rendición de cuentas durante sus mañaneras; como si ese espacio matutino fuese, en los hechos, un auténtico informe sobre lo que hace o no hace el gobierno.

Si bien sí brindan ocasionalmente información relacionada con algún proyecto de ley, el viaje de un funcionario o envían un mensaje a un líder extranjero, la “conferencia del pueblo” es más un espacio mediático para esparcir propaganda y establecer la agenda pública del día. Lo hace Sheinbaum diariamente, sin quizás la virulencia y los ataques tan personales como lo hizo su predecesor.

Algún propagandista de la 4T ha señalado que no era necesario el INAI para la transparencia pues ahora el gobierno ha absorbido las competencias de ese organismo en su nueva Secretaria Anticorrupción y Buen Gobierno. En otras palabras, tras la eliminación de la institución autónoma, el propio gobierno federal se “auto vigilará” y emitirá “sanciones” para lo que ellos mismos hagan. Es una farsa.

La transparencia y la rendición de cuentas son elementos fundamentales de una democracia funcional. El lector recordará que gracias a la información revelada por el INAI se obtuvo todo lo relacionado con los escándalos de corrupción de Peña Nieto y los gobernadores del PRI. De igual manera, se han conocido los casos de la ‘Estafa Maestra’ y Segalmex.

Sheinbaum se ha referido en el pasado a la Auditoría Superior de la Federación como entidad responsable de la supervisión del gasto público. Vale. Sin embargo, se debe recordar que ese órgano depende de la Cámara de Diputados, y que su auditor es nombrado por la mayoría morenista. ¿Es un organismo libre de injerencias del gobierno? Difícilmente.

El desmantelamiento de los organismos autónomos ha sido uno de los cautelosos pasos del obradorismo dirigidos a la destrucción de la hoy moribunda democracia liberal. Ilusos y despistados continuarán creyendo que la mañanera es un sitio para la transparencia y rendición de cuentas. A mi juicio, se equivocan.