Interesante la pregunta que ha hecho Darío Celis en su columna de El Heraldo de México: “¿Cómo podríamos esperar un juicio imparcial, de una ministra que en su X se pone a discutir y criticar a una de las partes en los juicios?”. Respondo: Claro que se puede. Lo explicaré más adelante.
La mayoría de quienes integran la segunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación decidió que Lenia Batres Guadarrama ha cuestionado tanto en redes sociales al empresario Ricardo Salinas Pliego, que no puede ser imparcial en el caso de un amparo en revisión relacionado con el propietario de Elektra y TV Azteca. Por dudar de su imparcialidad, entonces, se le declaró impedida para juzgarlo.
Después de conocerse la decisión de la segunda sala de la SCJN, Salinas Pliego ofendió a la ministra Batres y amenazó con demandarla. ¿No se van a castigar las vulgaridades del empresario?
Según la segunda sala de la corte suprema “es fundada la recusación por falta de objetividad, en tanto la ley establece que ese supuesto se presenta cuando hay enemistad manifiesta con relación a una de las partes”.
¿Y cuándo hay amistad manifiesta con Salinas Pliego en la SCJN qué procede? Si algo ha quedado claro en el caso de Ricardo Salinas Pliego es que le sobran amigos y amigas en la cúpula del poder judicial. No hay otra explicación al hecho de que los años pasen y nomás no se le sentencie a pagar los impuestos que debe, que no son una baba de perico, sino algo así como 63 mil millones de pesos.
Me parece que los dos ministros y la ministra que dejaron fuera del caso Salinas Pliego a Lenia Batres no entienden el concepto de objetividad. La objetividad no tiene que ver con guardar silencio antes de un juicio, sino con fidelidad respecto de los hechos. Es decir, una afirmación es objetiva si describe fielmente las cosas. Y, en redes sociales, Batres no dijo ninguna mentira sobre los impuestos de Salinas Pliego, a quien por lo visto se protege en la actual Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Tampoco es una mentira que un ministro ya retirado, Luis María Aguilar, favoreció a Salinas Pliego por la vía, muy chafa, de hacerse pato para no molestar al empresario. Y, por lo visto, ya les gustó el juego de fingir ser patos —y pata— a los ministros Alberto Pérez Dayán y Javier Laynez Potisek y a la ministra Yasmín Esquivel Mossa.
Está tan podrido el caso Salinas Pliego que no se entenderá que termine resolviéndolo la actual SCJN. Existe el riesgo de que se le dé la razón al dueño de Elektra y TV Azteca, así que lo mejor será que la sentencia definitiva sea de la nueva corte suprema, que empezará a operar en septiembre.
Ministros y ministras a quienes elija la gente mediante voto popular podrán decidir si Lenia Batres debe participar, o no, en la discusión sobre los impuestos de Salinas Pliego —pienso que si la razón para apartarla fuera otra vez falta de objetividad, se le debería permitir a Lenia juzgar el caso—.
Hablo de que Lenia Batres Guadarrama estará en la nueva corte suprema porque, con sus compañeras ministras Yasmín Esquivel Mossa y Loretta Ortiz Ahlf— es favorita no solo para ganar la elección, sino inclusive para ser la presidenta del poder judicial. No es que me guste la idea —de hecho, me disgusta bastante—: simple y sencillamente, con objetividad, así está planteado el proceso electoral de personas juzgadoras.
¿Hay gente destacada entre quienes aspiran a llegar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación? Sin duda. Ya detallaré sus perfiles, pero creo que tienen un gran nivel juristas mujeres como:
1.- Estela Fuentes Jiménez. (Si no me equivoco, número 10 en la boleta)
2.- María Estela Ríos González. (Si no me equivoco, número 26 en la boleta)
3.- Fabiana Estrada Tena. (Si no me equivoco, número 9 en la boleta)
4.- Sara Irene Herrerías. (Si no me equivoco, número 16 en la boleta)
5.- Mónica Güicho González. (Si no me equivoco, número 15 en la boleta)
6.- Ana María Ibarra Olguín. ((Si no me equivoco, número 17 en la boleta)
7.- Darlene Rojas Olvera. (Si no me equivoco, número 27 en la boleta)
8.- Magda Zulema Mosri Gutiérrez. (Si no me equivoco, número 21 en la boleta)
9.- Paula María García Villegas Sánchez Cordero. (Si no me equivoco, número 12 en la boleta)
Y juristas hombres como:
1.- Edgar Corzo Sosa. (Si no me equivoco, número 38 en la boleta)
2.- Ricardo Alfredo Sodi Cuéllar. (Si no me equivoco, número 61 en la boleta)
3.- Mauricio Flores Castro. (Si no me equivoco, número 44 en la boleta)
4.- Ángel Mario García Guerra. (Si no me equivoco, número 46 en la boleta)
5.- Ulises Carlín de la Fuente. (Si no me equivoco, número 37 en la boleta)
6.- Jamie Salvador García González. (Si no me equivoco, número 45 en la boleta)
7.- Federico Anaya Gallardo. (Si no me equivoco, número 36 en la boleta)
8.- César Enrique Olmedo Piña. (Si no me equivoco, número 58 en la boleta)
Quienes lleguen a la SCJN tendrán menos prejuicios e intereses que quienes se quieren despedir del poder judicial haciéndole el gran favor a Ricardo Salinas Pliego.
Confieso de nuevo mi admiración, por su ética profesional, hacia el ministro Pérez Dayán, pero él deberá aceptar que el caso sobre los impuestos del dueño de Elektra y TV Azteca ya se pudrió, así que lo mejor que puede hacer es él mismo declararse impedido, y también obligar a Laynez y a Yasmín a hacer lo mismo. Y que la nueva SCJN sentencie sin tantas presiones que han ensuciado en exceso ese juicio, que la verdad sea dicha ya apesta bien feo.