Nos tendríamos que remontar a las luchas sociales que acontecieron en décadas pasadas para dar una idea más clara de dos concepciones que, por mucho, tienen una enorme diferencia en la realidad que atestiguamos. Eso, básicamente, es una connotación que se ha ido adoptando por la asimilación sociopolítica que vivimos. Así lo señaló el propio Andrés Manuel López Obrador en su momento, en especial después del triunfo abrumador del 2018. Él mismo, desde la mañanera, insistió en ponerle nombre a cada una de las expresiones o fuerzas políticas por la raíces o ideologías que una y otra representan. Sin ir más lejos, hablamos de la izquierda y la derecha en México. Esa es una realidad que hemos atestiguado, sobre todo en el florecimiento de un movimiento por la lucha de la democracia, pues antes, recordemos, el PRI centralizó el poder como una forma de vida.
Aunque el PAN se fundó años después, como una alternativa para hacerle contrapeso al PRI, terminaron por tener una amplia semejanza, sobre todo por las ideas conservadoras y el plan de privatización a lo largo y ancho del país. Ahora sus referentes, por ejemplo, tienen el mismo vocabulario y, peor aún, la misma agenda de temas que no les favorece en lo más mínimo. Por eso AMLO, en su momento, los retó a desenmascarar y unificar una sola expresión de la derecha sin tanto nacimiento de grupos que, al fin y al cabo, representan lo mismo. Hablamos de organizaciones como México Libre, Por México al Frente, Frente Amplio y otras que, en sí, solo cambian de siglas pero, al final de cuentas, es la misma gata, pero revolcada. Por eso el destino político del PRD no podía ser otro, más que el final inminente luego de entregar lo más sagrado: la declaración de principios a través del pacto por México.
Por eso en nuestro país, pese a la cantidad de partidos que existen, se le conoce como liberales y conservadores. Desde luego, oficialmente ante los órganos del INE cada uno tiene oficializado las siglas de su partido, lo mismo que sus colores. De lo que hablamos, evidentemente, son de los fines y las causas que uno y otro persiguen. Para la derecha, por ejemplo, ha sido una durísima tarea poder encontrar coincidencias, sobre todo por los intereses personales de cada uno, y la imposición de espacios como el caso de Alejandro Moreno y Marko Cortés. Por eso hay tanta crispación y recelo en las filas de la oposición; eso, a la par de que no hay liderazgos, relata la profunda crisis que, como tal, los hace ser un contrapeso inexistente. Muchos coincidimos en que, para que la oposición se reconstruya, tiene que fijarse una agenda territorial, no de simulación. Y como eso no sucederá, el PRIAN, y todos los grupos paralelos que surgen, están condenados al fracaso.
Ahora resulta que, en ese afán de ganar tribuna, Sandra Cuevas, exalcaldesa de Cuauhtémoc, busca los reflectores ante la infamia que lanzó contra el líder de los diputados de Morena en San Lázaro. Ella, al igual que los representantes del PRIAN, se hace llamar, en otras palabras, la solución para encabezar un solo bloque común que, en sí, le haga frente al dominante fuerza que tiene Morena. Como hemos señalado antes, no basta el discurso ante la opinión pública para generar una corriente a favor. El espíritu o el fin de Cuevas, como tal, era construir un partido político que, de acuerdo con la percepción, no le alcanzaron los números para reunir, al menos, el porcentaje mínimo para obtener el registro ante el INE. Lo mismo podemos asegurar de otras expresiones que tienen el mismo propósito. El punto es que, desde esa lógica, Sandra no representa un liderazgo ni mucho menos un referente de peso como para ser la panacea.
Morena, en el centro político que vivimos, tiene una larga vida para seguir en el poder institucional y, por ende, tener mayoría en ambas cámaras legislativas para continuar reformando la Constitución, y las prioridades que demanda el pueblo para mejorar la calidad de vida, especialmente de los sectores más vulnerables del país. De hecho, eso ha venido sucediendo, lo sabemos, desde aquel triunfo histórico del 2018. Con esa visión, y motivados por continuar profundizando las políticas, la población, en su inmensa mayoría, le seguirá entregando su cariño a Morena. Como es sabido, el lopezobradorismo, con miras al proceso electoral del 2027, ganará, sin temor a equivocarme, 16 de 17 entidades federativas que estarán en juego.
Una lectura más simple es que, liberales y conservadores, son las dos connotaciones que AMLO hizo referencia y que, como tal, son los que deben figurar. Para la izquierda, luego de la unidad que ha mostrado en torno a la imagen de Claudia Sheinbaum, todos han cerrado filas con ella. Caso contrario, la oposición, sumergida en una profunda crisis, mira desolada hacia el futuro, con esa respiración que desemboca en la desesperación de no poder meter ni las narices a los temas de la agenda nacional. Eso, como vemos, es la realidad que podemos atestiguar ante la nula incapacidad de los grupos conservadores.
La prueba más clara, en definitiva, es la hueca y desdibujada convocatoria que lanzó Sandra Cuevas para aglutinar a la derecha. Fue, además de un acto de desesperación por el nulo liderazgo, la muestra de la degradación que vive la derecha en México.
Notas finales
Michoacán sigue trascendiendo en el mapa internacional. Hace poco, a través de los fragmentos de esta columna, hicimos énfasis en la Feria Nacional del Melón que se llevará a cabo en la Huacana, y la importante labor del coordinador de la fracción parlamentaria del PT en el Congreso Local, Reyes Galindo, para promocionar lo que es, en definitiva, un marco para presumir la riqueza natural de estas tierras. Y para seguir destacando ese aspecto sociocultural, Julio Arreola, presidente municipal de Pátzcuaro, en conjunto con el gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla, oficializaron la entrega del expediente técnico ante la UNESCO, para postular a Pátzcuaro como patrimonio mundial. Eso, desde luego, es mérito del edil, pero también del mandatario estatal. Ambos, por cierto, tienen una coordinación eficaz para profundizar las políticas públicas en tierras purépechas.