Morena y la 4T convocan a la “unidad nacional”, una estrategia mediática con la que buscan protegerse y evitar que la justicia alcance a gobernadores, funcionarios y exfuncionarios corruptos, cínicos y abusivos.
Ninguna sorpresa, más si consideramos que antes defendieron a personajes como Félix Salgado, Murat, Cuauhtémoc Blanco, el niño verde y aplaudieron que la presidenta besara la mano de Manuel Velasco en pleno acto de su toma de protesta, que no defiendan ahora a Rocha Moya, por favor.
Unidad cuatrotera
Ya lo había dicho el tabasqueño que habitó Palacio Nacional, “el narco es pueblo”. El controvertido líder del Senado, Gerardo Fernández Noroña aseguró: “Respaldamos plenamente a nuestro compañero Rubén Rocha Moya”, lo hace cuando sobre el gobernador pesan denuncias relacionadas a presuntos nexos con el crimen organizado, particularmente como operador del Cártel de Sinaloa de los Chapos.
Pero, para el presidente del Senado, es momento de que la presidenta “sienta que el pueblo de México está unido para respaldar sus acciones y vaya con fuerza a la negociación, a la mesa, en la que por la vía diplomática, del acuerdo, de la negociación política, lleguemos a ese lugar en beneficio de la patria y de la nación”.
El reino de la impunidad
Desde la detención del Mayo Zambada y los hijos del Chapo, Sinaloa está inmersa en una crisis de gobernabilidad. Aunque hay quien asegura que el gobernador estuvo presente en la trama de la traición y cuando ocurrió el asesinato del exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, la población ya cansada de tanta violencia, crímenes, asaltos e inseguridad se lanza a exigir la destitución de Rocha, pero Fernández Noroña lo defiende en nombre del Senado y le da “todo su respaldo”.
Lista negra
El gobernador de Sinaloa no está solo, están prácticamente todos los gobernadores emanados de Morena y sus aliados. Por ejemplo, Cuauhtémoc Blanco, exgobernador de Morelos que convivía alegremente con personajes del crimen organizado y para cubrirlo con fuero, Morena lo hizo diputado. Lo mismo el ex gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, un siniestro personaje que dejó hundida la entidad en violencia, corrupción y la infiltración del crimen organizado, mismo a quien la presidenta nombró director de CENEGAS sin tener el menor conocimiento del sector, pero queda protegido.
El exgobernador de Tabasco y actual senador Adán Augusto López que fue denunciado por el actual gobernador, Javier May, por vínculos con el Cartel Jalisco Nueva Generación y la entidad ya está igual de violenta que Sinaloa.
La lista sigue, Alfonso Durazo, Américo Villarreal, Salomón Jara, Alfredo Ramírez Bedolla, David Monreal, Félix Salgado Macedonio y su hija, Marina del Pilar Ávila Olmeda, Roció Nahle, Layda Sansores, Julio Menchaca, Ricardo Gallardo, Indira Vizcaíno.
No se les toca
En 2018, apenas llego, AMLO cambió temas incómodos para Morena como la rendición de cuentas y las sanciones, y consecuencias en casos de corrupción, crimen organizado y demás fechorías.
En administraciones anteriores al menos se hacía algo, se contabilizaban capos detenidos, funcionarios corruptos encarcelados, decomisos de droga y “operativos” de seguridad. Con la 4T se contabilizan criminales liberados, funcionarios corruptos exonerados, con fuero o enviados como embajadores, nada del desmantelamiento de organizaciones criminales, decomisos de droga o detenciones.
Delincuentes y corruptos
Con Peña Nieto se encarceló en dos ocasiones a Joaquín “El Chapo Guzmán”, fueron capturados Dámaso López Núñez, alias “El Licenciado” y el Z40, Z42 y Z43, líderes de los “Z”. Del Cartel de Juárez, Vicente Carrillo Fuentes, alias “El Viceroy”. En Michoacán, la cúpula de los Caballeros Templarios prácticamente fue desmantelada luego de la muerte de los líderes Nazario Moreno, alias “El Chayo” y Enrique “Kike” Plancarte y el arresto de Servando Gómez, alias “La Tuta”.
Gobernadores y exgobernadores priistas, panistas y perredistas fueron procesados y enviados a la cárcel: Javier Duarte, (Veracruz); Roberto Borge, (Quintana Roo); Luis Armando Reynoso Femat, (Aguascalientes); Tomás Yarrington y Eugenio Hernández (Tamaulipas), quien saliendo de la cárcel se fue a Morena; Guillermo Padrés Elías, (Sonora); Jesús Reyna García, (Michoacán); Andrés Granier Melo, (Tabasco) y Flavino Ríos, (Veracruz).
A los gobernadores y exgobernadores que hoy apelan a la unidad nacional para seguir protegidos se suman exfuncionarios corruptos y personajes como los hermanos del expresidente, sus hijos, quienes manejan contratos y controlan a Morena como empresa familiar, la prima Felipa, Ignacio Ovalle, Manuel Bartlett, Ana Gabriela Guevara, Octavio Romero y un larguísimo etcétera.
Todos intocables, todos de un actuar cínico y prepotente, pero ahora, ante la presión de Estados Unidos, todos salen a convocar la unidad nacional.
X: @diaz_manuel