Todos tienen sus listas de votaciones, sus acordeones: los del PRI, los de Morena, los del PAN, los de izquierda, los ultras, los neoliberales, los banqueros, los sindicatos, los periodistas oficiales, los youtuberos, los postmodernos, los católicos, las feministas, los pro vida, los pro aborto, los ecologistas, la comunidad de la diversidad, los que están contra los toros, etc., la razón es simplemente, se organizaron y colocaron candidatos afines a sus posiciones desde el principio de la selección, se reflejó la militancia ideológica y política en las personas que contienden al cargo del poder judicial federal y local. No, no son imparciales, ni se encuentran dentro de la burbuja de la asepsia judicial.
Hoy se rompe el velo de la pureza, la mentira del juez impoluto, el que no tiene una postura política y la refleja en sus resoluciones, la gran farsa.
Se desmonta el teatro de los ministros que dicen tener los ojos vendados, cuando sabíamos que las manos estaban agarradas a los intereses del poder político y económico que los engendró; primero que todo al presidente que lo puso en la terna, a los legisladores con quienes hablaron en lo oscurito cuando votaron por su aprobación, a los banquero con quienes cenaban, a las reuniones con el secretario de gobernación en turno, con los gobernadores, para tratar el tema que conviene al poder del momento.
Pero no te equivoques, jamás se han tentado el corazón cuando se trata de legalizar las figuras que más han lastimado al pueblo de México: dejar firme el Fobaproa, aprobar la Subcontratación de millones de trabajadores, que los bancos apliquen el anatosismo y puedan cobrar intereses sobre intereses, que las empresas despojen y contaminen.
Lo más importante de este proceso es que la gente se siga empoderando de su democracia, que siga entendiendo como opera todo, que tome conciencia de su realidad, que participe.
Salgamos a votar, hagamos este ejercicio, reflejemos nuestra diversidad política, convivamos con ella, no busquemos anular al otro, esa nunca será la salida, seamos realistas y no nos mintamos, allí tendremos mejores oportunidades de entendimiento, de buscar cómo sacar adelante a este gran país.
Vladimir Ricardo Landero Aramburu. Maestro en derecho por la UNAM.
Nota: Existe la leyenda de una tesis negra en la facultad de derecho de la UNAM, en donde se desnudaba la posición ideológica de los ministros uno por uno, la cual fue un escándalo en su época.