En el marco de la conmemoración del Día Internacional del Trabajo, la Presidencia de la República llevó a cabo su evento en la Refinería “Dos Bocas”, que se encuentra a pocos meses de ser inaugurada. El motivo, festejar a los trabajadores de tan magna obra, y de paso celebrar al resto de los trabajadores del país.
Históricamente el 1º de mayo ha sido celebrado de manera muy diferente en administraciones anteriores. Sin salir de la sede del Poder Ejecutivo, al Presidente en turno le tocaba saludar desde muy temprano a los trabajadores de los sindicatos más corporativistas del país, en una ceremonia encabezada por los principales líderes “charros” de la vieja guardia y régimen.
Una vez terminado el acto oficial, ya sin la presencia del mandatario, los sindicatos “independientes” marchaban desde el Eje Central hasta la plancha del Zócalo, gritando arengas contra el gobierno y los patrones explotadores, para después escuchar a los líderes sindicales; una vez terminados los discursos, el acto se daba por terminado.
Ese era un Día del Trabajo “normal” en la vida de un sindicalista. Con la llegada de la 4T este acto se ha modificado; si bien es cierto la pandemia impulsó que la celebración hoy fuese distinta, la realidad es que aunque nos cambien de ciclorama, el actual gobierno tiene una gigantesca deuda con los trabajadores, por lo menos con los de la Industria Aeronáutica.
Hablaré de mi ramo, la aviación, porque tal vez muchos no lo sepan, pero el papá de la actual Secretaria del Trabajo y Previsión Social es abogado de muchos sindicatos; en particular de dos que están en el medio aeronáutico. Arturo Alcalde Justiniani es asesor por lo menos de mi sindicato, la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA) desde el año 2001, cuando Alejandra Barrales deja la Secretaría General, y se da por terminada la relación del Sindicato con el Lic. Mendoza, que era nuestro asesor jurídico, y mano derecha de Barrales.
La siguiente representación sindical buscó abogados laborales que no tuvieran relación con Alejandra. El primero en la lista fue Carlos de Buen, pero quedó descartado, pues el pequeño sindicato gremial con tan solo cuatro empresas y menos de 3,500 agremiados, no tenía los recursos suficientes para pagar sus honorarios.
El siguiente en la lista fue Arturo Alcalde, y se quedó porque cobraba en ese entonces una iguala mensual, independientemente de que hubiera casos o no que asesorar, pero era bastante moderada la suma a pagar. Ignoro los términos actuales de su contratación.
Y tengo que decirlo, Arturo tuvo parte de responsabilidad en la negativa de la Toma de Nota por parte del gobierno de Felipe Calderón a manos de Javier Lozano, pues Arturo revisó todas las actas que formaban el expediente y dio el visto bueno. Además de que, a toro pasado, se pudo demostrar que jugaba a dos bandos dentro del sindicato. Pero ahora, todo eso queda en el pasado anecdótico.
Sin embargo, hoy por hoy los sobrecargos agremiados a la ASSA pensaríamos que al tener como asesor legal al padre de la hija de la titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, lo “normal” sería que mi sindicato regresara a ser democrático; pero es todo lo contrario.
A pesar de las reformas legales elaboradas para evitar la eternización de los líderes sindicales, la STPS ha permitido que Ricardo Del Valle siga al frente, a punto de cumplir 11 años como Secretario General.
Pero vayamos al discurso de hoy. A la Maestra Luisa María Alcalde Luján se le ocurrió decir, casi al final de su discurso en “Dos Bocas”, que el 1º de Mayo también es el día de los sindicatos. No exagero cuando digo que mi panza se revolvió, y mis ojos parecían los de la niña de El exorcista, mientras mi cabeza daba vueltas de 360º (de acuerdo, sí estoy exagerando). Pero es que no daba crédito a lo que escuchaba en voz de la Titular de la Secretaría del Trabajo:
“…por otra parte se prohibió la subcontratación o el llamado outsourcing, por los abusos que implicaba, por considerar al trabajo una mercancía; tres millones de trabajadores que estaban en este esquema fraudulento han sido reconocidos por las empresas en las que realmente laboran, con lo cual se han incrementando sus salarios en promedio en 20%. Para ellos también se restauró el derecho constitucional al reparto de utilidades…ahora se respeta la libertad y la democracia sindical, los trabajadores eligen a través del voto personal, libre, directo y secreto a sus dirigentes y los sindicatos ahora están obligados a transparentar el destino de las cuotas sindicales.
Se ha recuperado, por parte de los trabajadores, su derecho a participar en la firma y negociación de los Contratos Colectivos, acabando con los contratos de protección patronal. Se garantiza el acceso a la justicia pronta y expedita para trabajadores y empleadores con autoridades independientes e imparciales, en el nuevo sistema de justicia laboral siete de cada diez conflictos se resuelven a través de la conciliación, en un plazo no mayor a 45 días. Y el resto a través de las juntas, de los jueces independientes y ya no los 6 o 7 años que duraban a través de las Juntas de Conciliación y Arbitraje.
También se reformó el sistema de pensiones: se bajaron las semanas de cotización y se puso un alto a las Afores que abusaban con sus altos costos, logrando reducir por lo menos en estos tres años el 44%.
Es así que hemos venido avanzado en un plan de justicia para Cananea, para Pasta de Conchos, con las demandas de los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro y con muchas, muchas demandas que no se venían atendiendo.
Para finalizar quiero dirigirme a los sindicatos, pues este también es su día. Estamos en un contexto inmejorable para el fortalecimiento de sus organizaciones, tenemos una ley laboral de avanzada, tenemos un gobierno que apoya la libertad y la democracia sindical y que ya no mete las manos en la vida interna, pero ahora es tiempo de volver al origen que les dio sentido y convencer a las nuevas generaciones de que es importante organizarse para defender sus intereses…”
¡Contundente discurso!, pero quienes tenemos detalles de la vida sindical, sabemos que está dando por sentado algo que dista mucho de ser real. Existe un papel protagónico de su papá, Arturo Alcalde, que muy flaco favor le hace a su diatriba. Y es que el abogado litigante está defendiendo, en dos demandas interpuestas contra Ricardo Del Valle; la primera presentada ante la STPS en 2017, y una diversa en 2019. Ambos procesos por violar el estatuto y reelegirse de manera ilegal como Secretario General.
Pero no es el único cadáver en el armario. En el caso de Mexicana de Aviación seguimos sin vislumbrar la solución, y ahí Arturo Alcalde es el abogado de dos de los tres sindicatos con los que tenía contratación colectiva la aerolínea. ¿Ajeno a la problemática? No lo creo.
En Transportes Aeromar tenemos la prórroga de un estallamiento de huelga; y en dicha empresa los trabajadores están recibiendo “cheques en cero” como pagos de salario. En esta empresa Arturo Alcalde es abogado tanto del sindicato de pilotos, como el de sobrecargos.
Tenemos el caso de Interjet, cuya huelga lleva más de un año, y cuyos apoderados siguen interponiendo recursos para no pagarles a los trabajadores, mientras “chicanean” para no darle trámite al Concurso Mercantil. Aquí es evidente que Luisa María Alcalde tiene mucho por aclarar.
Está también el caso de las sobrecargos de Aeroméxico Connect (Aerolitoral), quienes por medio de una votación en asamblea rechazaron la implementación de un convenio de ahorros. Pero su sindicato, encabezado por Rubén Romo y sus hijos, aceptaron transar con la empresa, sin importarles el sentido negativo del voto, ni las visitas de las sobrecargos al entonces Registro de Asociaciones denunciado dicha irregularidad.
¿Será que la Titular de la STPS no sabe de la liquidación de los trabajadores de tierra de Aeroméxico? Ahí el Sindicato Independencia retrasó la entrega de su fondo de ahorro y en muchos casos hizo “perdedizo” el pago. El Sindicato no entregó cuentas ni transparentó la arbitraria distribución del pago del CLAIM, ganado en la Corte de Nueva York por recortarse sus derechos laborales.
Supongo que no ha llegado a sus oídos que los trabajadores de Aeroméxico Sistem fueron recortados y luego contratados, pero por “empresas de servicios especializados” (el nombre bonito para no decir outsourcing) con un sueldo mucho menor y trabajando turnos entre 14 y 16 horas a la intemperie.
Esto es tan solo una pequeñísima muestra de las deudas de Luisa Alcalde con los trabajadores de la aviación. Hay casos como el de Mexicana de Aviación que se vienen arrastrando de dos sexenios pasados, pero todos lo demás mencionados, han sucedido bajo esta administración. No fue casual el abucheo de los asistentes mientras leía las líneas dedicadas a los sindicatos.
La Reforma del 2019 hecha por Arturo Alcalde es la muestra más grande de gatopardismo. Los líderes de los sexenios anteriores siguen siendo los mismos y nada ha cambiado. Pero en el caso de la industria aeronáutica, los salarios y las prestaciones han mermado de manera exponencial. Por eso, Luisa, tienes una deuda gigantesca con los trabajadores.
Aquí solo me refiero a los de la industria aérea del país, porque nosotros no olvidamos a los simuladores. La rechifla vino de otro gremio, mucho más grande y tal vez más enojado. Andrés Manuel dice que “el pueblo no se equivoca; que el pueblo pone y el pueblo quita”. La gran mayoría de los grandes logros proclamados por Alcalde Luján, no son de ella, sino del Poder Legislativo. En la implementación de las reformas, seguimos esperando resultados positivos.