Nos encontramos en tiempos para ser optimistas; es un tiempo en el que observamos que nuestro país está cambiando, en donde hoy más que nunca las y los mexicanos tienen más derechos, en particular, los derechos político-electorales.
México se convertirá en un país más democrático y, podemos predecir que habrá más derechos para la ciudadanía, lo que debe darnos gusto porque tendremos mayores oportunidades de participación como lo será en la elección inédita de este próximo primero de junio, donde podremos por primera vez, elegir a través de nuestro derecho al voto a nivel federal, a 9 ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; 2 magistraturas de la Sala Superior y 15 magistraturas de las Salas Regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación; 5 cargos de las personas que conformarán el nuevo Tribunal de Disciplina Judicial; así como 464 cargos de magistraturas de circuito y 386 personas juzgadoras de distrito.
En el mismo sentido, a nivel local 17 entidades federativas realizarán elecciones judiciales para que la ciudadanía elija a las personas juzgadoras que considere más aptas para cumplir con tan alta responsabilidad.
Esta es una nueva elección; estamos frente a un proceso electoral que nunca se ha llevado a cabo de esta manera en la historia de las democracias liberales. El INE mando a imprimir 600 millones de boletas, cifra por demás significativa ya que nunca en la historia de México, se habían mandado a imprimir esta cantidad tan grande de boletas, a lo que, además, habría que sumar lo de las elecciones locales.
No obstante, y a pesar de que la elección judicial es hoy un mandato constitucional, existen voces que refieren o seguramente hasta desean que no llegue a buen puerto y que termine siendo “un gran fracaso”.
A ratos, me da la impresión de que hay una campaña de desprestigio para esta elección y con ello parecería que se busca lograr desanimar la participación de la ciudadanía cuando lo que se afectaría son justamente sus derechos político-electorales por no emitir su voto.
Al respecto, debo señalar enfáticamente que se equivocan todas estas voces. México tiene autoridades electorales sólidas, con gran experiencia y que han demostrado una y otra vez, elección tras elección su solidez y, lo más importante, la confianza de la población.
El INE lleva más de 30 años realizando con eficacia y eficiencia la organización y desarrollo de elecciones. El Tribunal Electoral, por su parte, ha demostrado dar certeza y ha permitido la transición democrática prácticamente de todos los partidos políticos en múltiples estados de la república y a nivel federal ha sucedido exactamente lo mismo.
Estas autoridades electorales son las responsables de este proceso electoral, por lo cual puedo anticiparles que la elección será un éxito y que entregaremos buenas cuentas, sobre todo al componente más importante de nuestra democracia: su ciudadanía a la que protegeremos sus derechos.
Para ello, se cuentan con criterios que la Sala Superior del Tribunal Electoral ha emitido en torno a las elecciones de las personas juzgadoras que buscan garantizar los derechos político-electorales de quienes participan.
Seguramente habrá algunas impugnaciones mismas que quedarán resueltas a más tardar el 28 de agosto para que las personas juzgadoras electas puedan asumir sus funciones y tomar posesión en el cargo el primero de septiembre, y con ello habrá una nueva judicatura; una nueva historia en nuestra democracia.
Nuestra nación, al igual que pasó con el juicio de amparo, o con las garantías sociales que fue el primero en poner estos temas en la palestra del derecho mundial, será ahora el primero en poner una elección de estos niveles para elegir a todas y todos sus jueces, magistradas y magistrados, así como a sus ministras y ministros.
México será parte de la historia judicial y, con ello, estoy cierto que impondrá una tendencia en el mundo sobre los procesos electorales para la elección de personas juzgadoras.
Por todo ello, no, no es momento para el pesimismo, sino para la confianza en este ejercicio democrático y en sus instituciones electorales. ¡Todo va a salir bien!
Felipe de la Mata Pizaña
Magistrado Electoral del TEPJF
X: @fdelamatap