Sin duda una de las problemáticas pendientes de la justicia mexicana en la era de la 4T es el castigar a todos los gobernadores corruptos, abiertamente criminales, de las distintas fuerzas políticas existentes en el país.
No sólo se trata de personajes cómo los prófugos Cabeza de Vaca y Silvano Aureoles, sino de déspotas venidos a menos cómo el ex “Führer” de Jalisco, Enrique Alfaro, responsable durante su pésimo gobierno del aumento en el poderío de los grupos delictivos que operan en el estado que mal gobernó durante un sexenio, así cómo del aumento de distintos hechos de violencia durante el mismo.
Aunque las autoridades federales no están exentas de responsabilidad en hechos cómo el del campo de entrenamiento y exterminio localizado en Teuchitlán, Jalisco, hace unos días, la realidad es que en estos momentos la mayoría de las entidades más violentas del país se encuentran en el bajío y son “gobernadas” por la derecha, en específico por el PAN y MC.
Por supuesto, difícilmente los medios corporativos de este país resaltan los pésimos gobiernos en estados cómo Guanajuato y Jalisco. A ellos más bien les gusta resaltar lo ocurrido en entidades cómo Ciudad de México o el Edomex, gobernado por mujeres de izquierda, convenientemente, para ellos.
En fin. Mientras Jalisco arde con crisis de violencia y desaparecidos, el ex führer Alfaro se pasea por las mejores canchas de fútbol en España, Holanda y otros países de Europa. ¿Cinismo, disociación o miedo del ex gobernador de mantenerse en nuestro país? ¿Hasta cuándo tendremos que aguantar un poder judicial que le garantiza impunidad a personajes cómo este y otros evasores de impuestos? Estos próximos 5 meses se nos harán eternos...