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El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O, aseguró que la extinción de la Financiera Nacional Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND) dejó un gran hueco y reto para la dispersión de créditos en el campo.
“En el reciente retiro de la Financiera Nacional de Desarrollo vemos un gran reto porque dejó un hueco muy grande en el crédito al productor”, dijo el titular de la dependencia al participar este lunes 15 de julio en un evento organizado por los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), titulado “Inclusión Financiera en el Medio Rural”.
El servidor público señaló que antes FIRA y FND eran las dos instituciones financieras que apoyaban primordialmente a los pequeños productores del campo, con créditos ante la escasez de préstamos a ese sector por parte de la banca comercial que tan solo tiene presencia en el 6% de los municipios rurales del país.
En la conferencia mañanera de este martes 16 de julio, le pregunte al presidente su opinión sobre lo dicho por el secretario de hacienda sobre la FND y que sí ¿recomendaría a la presidenta electa Claudia Sheinbaum, crear una institución que volviera otorgar créditos a pequeños productores del campo, ya que lo que otorga actualmente FIRA es insuficiente para atender a ese sector?
La contestación del ejecutivo federal fue que la institución financiera que apoyaba al campo la extinguió debido a que en ese organismo reinaba la corrupción, solo se daba créditos a grandes corporativos agropecuarios, a los lideres de organizaciones campesinas, o empresas que no tenían que ver con la producción rural, además de que muchos de estos préstamos que se otorgaban, no se liquidaban, y que dejaba en manos de Claudia Sheinbaum la creación de un mecanismo para dar créditos a campesinos.
“Sí puede consolidarse para otorgar créditos, cuidando que no haya corrupción porque eso era lo que predominaba (en la FND). Se entregaban créditos no a pequeños, sino a grandes productores que no pagaban (…) Lo tiene que analizar la presidenta para que sí se ayude a los productores”.
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México
Habría que recordar que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció en abril del 2023 la desaparición de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero con lo que se elimina uno de los pocos organismos de intermediación financiera para el campo mexicano.
Lo que alegó en ese momento el mandatario para cerrar la institución crediticia fue que el gobierno de la Cuarta Transformación entrega los apoyos directo a los productores, que existen los precios de garantía que ayudan a los pequeños productores rurales, además de que había una gran corrupción y la fiduciaria solo prestaba a grandes corporativos agroindustriales. Por lo que ahora la Financiera del Bienestar daría los apoyos a pequeños productores agropecuarios.
El gobierno de la 4T afirma que la “FND les otorgó créditos sin garantías hipotecarias o de cualquier otro tipo, que diera certeza al cumplimiento de sus obligaciones de pago”.
Al cierre del 2018 la Financiera Nacional Agropecuaria contaba con una cartera de crédito de 62,875 millones de pesos y a finales del 2022, esta fue de 32,006 millones de pesos, una disminución de 49% en dicho periodo.
Una de las pruebas de que el organismo financiero daba preferencia a los grandes corporativos es que apenas 198 intermediarios, de los 315 apoyados, gestionaron créditos en zonas de media, alta y muy alta marginación, lo que significó apenas 19.7% de la colocación total en la banca de segundo piso.
La cartera de la FND estaba muy concentrada, pues tan sólo con los datos del 2021, se registró que a 10 de sus clientes se les otorgaba el 49.8% del total de la cartera, lo cual, para el jefe del ejecutivo, fue una muestra de la forma en que se otorgaron los créditos: a grandes intermediarios y de una manera totalmente ajena a los productores y necesidades del campo.
La FND surgió en 2003 por decreto del presidente Vicente Fox Quesada con el objetivo de crear un sistema financiero rural eficiente que reemplazara al Banco Nacional de Crédito Rural (Banrural) el cual se encontraba en una situación de insolvencia que motivó su disolución y liquidación como banco de desarrollo.
Los criterios que se plantearon en el pasado para el apoyo financiero se basaban como parte de la política neoliberal en la puesta en marcha de una banca encaminada a privilegiar la rentabilidad y la eficiencia. Por eso al igual que la banca comercial, una buena parte del capital de la institución fue colocado en inversiones de valores y no en cartera de crédito.
La reforma del sistema financiero rural de 1989 llevada a cabo por el expresidente Carlos Salinas implicó una transformación sustancial de la política de subsidios y al mismo tiempo redefinió las funciones del Estado en el financiamiento rural. Los criterios de rentabilidad económica y la no distorsión del mercado de dinero se convirtieron en reglas centrales para la banca de desarrollo, y la política de subsidio se enfocó más al impulso de programas asistenciales que a los de fomento productivo, cuidando siempre no distorsionar el mercado.
A la banca privada realmente no le interesa dar crédito en el sector rural. A principios de los noventas, después de la reforma financiera del gobierno de Salinas de Gortari, dio la impresión de que por fin el capital privado estaba dispuesto arriesgarse y su participación aumentó de manera sorprendente, pero en realidad esta ilusión se debió a los estímulos y garantías ofrecidas por FIRA, que pagó buenos porcentajes de intermediación, estímulos compensatorios especiales y garantías de inversión, de tal manera que con todo este respaldo la banca pudo hacer un buen negocio sin correr ningún riesgo. No obstante, como consecuencia de la crisis de 1995, dicha participación disminuyó considerablemente.
La decisión de extinguir la FND, sin que hubiera una institución que apoyara a los pequeños productores del campo parece que no fue una medida adecuada ya que los campesinos necesitan créditos y seguros para sus cosechas sobre todo ahora que con el cambio climático donde sequias e inundaciones, nevadas son más frecuentes.