En todo el mundo crece la preocupación por el riesgo que implica el posible uso de armas nucleares en la invasión de Rusia a Ucrania, luego de que la exitosa contraofensiva de las fuerzas ucranianas ha provocado que las tensiones aumenten en el Kremlin.

Citando fuentes de la OTAN, el pasado tres de octubre, el periódico británico The Times informó que Rusia preparaba pruebas de armas nucleares en el Mar Negro. Por su parte el pasado siete de octubre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden declaró que el mundo se encuentra “bajo el riesgo más elevado de una catástrofe nuclear o Armagedón” desde la Crisis de Misiles de Cuba de 1962.

La humanidad en riesgo

Según altos funcionarios estadounidenses el propósito de Rusia es mandar un mensaje claro a la humanidad: nadie debe subestimar el gran riesgo que supondría que desplegaran armamento nuclear en la guerra contra Ucrania.

En paralelo, el pasado cuatro de octubre, Corea del Norte, uno de los pocos aliados de Rusia en esta guerra, habría lanzado lo que se presume fue un misil balístico de alcance intermedio sobre el norte de Japón. El lanzamiento estuvo precedido por la aprobación de una ley en la que se declaran a sí mismos como un Estado con armas nucleares y su presidente, Kim Jong-un calificó la decisión como “irreversible” y descartó la posibilidad de cualquier negociación sobre desnuclearización.

Corea del Norte viene realizando pruebas nucleares desde 2006 sin que las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas le hayan importado.

Estas amenazas representan el peor de los escenarios para la humanidad al poner en riesgo la estabilidad y la sobrevivencia del planeta, por encima, incluso de la irresponsabilidad de no atender el Cambio Climático, una situación que a la larga nos llevará a un final, más lento, pero igualmente terrible.

Hacer algo al respecto

Por tal razón, un grupo plural de personas conscientes de la gravedad de la situación, hemos convocado a una rueda de prensa que tendrá lugar el próximo miércoles 19 de octubre, a las 12 del día enfrente de la sede de la representación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en la calle de Alejandro Dumas 165, en Polanco, con el fin de expresar nuestra preocupación ante la brutal amenaza de una guerra nuclear y hacer entrega al representante del Alto Comisionado en México, el señor Guillermo Fernández Maldonado Castro un documento dirigido al Secretario General de la ONU, António Guterres para solicitar formalmente que apoye e impulse el proyecto que el Estado Mexicano presentó en 2009 ante la Corte Penal Internacional para que se penalice tanto el uso de armas nucleares como las amenazas de hacer uso de las mismas.

Esta convocatoria la encabezan personajes de distintos ámbitos de la vida política, empresarial y social del país, entre ellos: la Fundación Conciencia y Dignidad; Médicos Internacionales Para la Prevención de la Guerra Nuclear; México Unido; Centro Mexicano de Responsabilidad Global; Andrea Rocha, abogada defensora de Derechos Humanos; Dr. Jans Fromow Guerra, miembro de Médicos Internacionales para la Prevención de la Guerra Nuclear; Marcelo Fabián Monges, escritor y presidente de la Fundación Conciencia y Dignidad A. C.; Mtra. Denise Meade Gaudry, Psicóloga, Investigadora y representante de México Unido; Isabel Cañizares, Activista y Defensora de los Derechos Humanos; Lic. Luis Gerardo Ribé Menchaca, Abogado y miembro de México Unido; Lic. Roberto Arriola García, representante de CEMERG y quien suscribe, Manuel Díaz, empresario, columnista y politólogo.

En momentos como este, donde el mundo está de cabeza por la desesperanza, los conflictos bélicos y las amenazas nucleares que se suman a otros factores como la inflación, la degradación del medio ambiente, la falta de alimentos y pandemias, se vuelve primordial hacer que las instituciones internacionales, creadas precisamente para evitar un desastre nuclear, tengan la fuerza suficiente para evitar que suceda, por ello, nuestra iniciativa, más allá de exigir sanciones para quienes amenacen con el uso de bombas nucleares, es lograr que organismos internacionales como la ONU, cuenten con un respaldo suficiente para lograr detener una amenaza que pone en vilo a la humanidad.