IRREVERENTE
Les platico:
Como ustedes saben, estuve en Panamá desde los primeros días de febrero en mi periplo rumbo a Perú.
Nos hospedamos en el Hotel Decápolis y algo que llamó la atención fue la Torre de Babel de idiomas que me tocó escuchar en sus instalaciones.
Lo mismo veía a asiáticos, que del medio oriente, africanos y otros con acentos de países sudamericanos, del Caribe y de América Central.
No es un hotel barato, por lo cual, el trato que recibieron los 171 migrantes deportados desde territorio norteamericano a Panamá, está por encima de los centros de confinamiento que EU tiene en Eagle Pass, Hidalgo, Texas y otras ciudades de su frontera con México.
Para cuando esto escribo, los migrantes están en un proceso de selección para determinar quiénes pueden ser regresados a sus países de origen y los que por razones de seguridad tendrán que elegir a otro.
Panamá acuerda con EU no asilarlos
Frente a Maco Rubio, Secretario de Estado de EU, el presidente panameño, José Raúl Mulino se comprometió a NO conceder asilo a ninguno.
Los migrantes que quieran solicitarlo están en su derecho, pero según conversaciones que tuve hoy jueves con funcionarios de la Cancillería panameña, ninguno de los extranjero será asilado.
La razón es que grupos criminales de Venezuela, principalmente, se han infiltrado en Panamá desde el Tapón de Darién, en la frontera con Colombia.
De hecho, ese pasaje selvático está fuertemente resguardado y desde la llegada de Rubio, la migración en ese lugar fue frenada en seco.
Muchos de los migrantes retenidos en el Decápolis han exhibido mensajes desde sus habitaciones pidiendo ayuda.
Panameños de grupos disidentes han reavivado las protestas que tuvieron lugar durante la visita de Rubio, pero poco a poco, la Cancillería ha emitido comunicados para dar a conocer la real situación de los hechos.
La mayoría de los migrantes retenidos son de Afganistán, Irán, Pakistán y China, aunque hay algunos venezolanos.
Respecto a la incomunicación denunciada por los extranjeros retenidos, el ministro de Seguridad Nacional, Frank Ábrego, me dijo que las autoridades de Estados Unidos habían decomisado sus celulares.
Aseguró que al llegar a Panamá se les entregaron sus documentos y sus aparatos para que se comunicaran con familiares o amigos.
Explicó que “por su propia protección” no los dejaban salir del hotel hasta que se estableciera quiénes no se quieren ir del país para proponerles otra opción, menos la del asilo.
La situación en estos momentos en Panamá Capital es caótica pues hoy estalló la huelga del sindicato más combativo de ese país, SUNTRAC, que agrupa a miles de trabajadores de la construcción.
Están bloqueando las calles principales del Centro y dificulta el traslado de los migrantes a otros lugares donde esperarán para ser transportados a sus países de origen u otros, por las razones que ya expliqué.
En medio del barullo, grupos de disidentes han aprovechado la ocasión para reactivar sus protestas por lo que llaman “entreguismo del gobierno panameño a los mandatos de Trump”.
¿Por qué los hospedaron en el Decápolis?
Funcionarios de la Cancillería panameña me explicaron que por dos razones:
- “Verificar quiénes son las personas que están llegando a nuestro país.
- Evitar que no nos pase como con los venezolanos, colombianos y ecuatorianos, que hemos notado hay una gran cantidad de delincuentes que cruzaron a nuestro territorio y que hemos expulsado gracias a la colaboración de las policías de esos sus países de origen.
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Cajón de Sastre:
- Este fue un reporte especial.
- Mañana, cambio completo de programa, sin faltar el Incomparable Iván.